Introducción

Sitio: Formación en Línea
Curso: Ciudadanía e Identidad Digital
Libro: Introducción
Imprimido por: Invitado
Día: domingo, 5 de mayo de 2024, 16:08

1. Ciudadanía e identidad digital: introducción

Ya hace tiempo que Internet dejó de ser una novedad, lo que en un principio se identificaba con páginas web estáticas ha evolucionado hacia el estado que tenemos en la actualidad. La Red se ha difuminado en una serie de servicios, herramientas y utilidades de las que no siempre somos conscientes del todo. La extrema generalización de la comunicación digital hace que lo que antes era privado ahora cada vez tiene menos probabilidades de serlo y, sin siquiera sospecharlo, información nuestra puede llegar muy lejos, a personas a las que no conocemos y con las que siquiera nos relacionamos. La tecnología ha sufrido cambios espectaculares en los últimos tiempos, la interconexión entre las personas se ha visto incrementada a medida que el tiempo pasa. Nuestra actividad digital no ha cesado de aumentar y el flujo de información se pierde muchas veces por lugares que no podemos controlar. Además, la edad en la que los niños empiezan a disponer de un teléfono con conexión a Internet va disminuyendo con el tiempo. Estos son algunos de los motivos por los que es tan importante la educación, ya que desde muy pequeños los niños están teniendo acceso a Internet y deben saber desenvolverse. Igual que se enseña cuándo se debe cruzar la calle y cuándo no, también hay que saber qué podemos hacer y qué no en Internet.

Existe una nueva responsabilidad que ha aparecido en siglo XXI, la de saber ser ciudadano digital.

Nota: Cuando no se indique lo contrario, todas las imágenes tienen licencia Pixabay, que no requiere el uso de permiso ni de reconocimiento.

2. El uso de Internet

Según datos del INE, aproximadamente el 93 % de la población española de 16 a 74 años está conectada a Internet. Esta cifra se eleva hasta el 99 % si atendemos a la franja de edad de los 16 a los 24 años, y entre los 10 y 15 años el uso de Internet es del 95 % es decir, prácticamente toda la población está conectada a Internet. El siguiente gráfico, también del INE, nos indica el uso de Internet en 2021 desglosado por edades de los más pequeños:

Gráfico del INE

INENiños usuarios de Internet

En estas mismas edades, la utilización de móvil es del 70 % (de 10 a 15 años) y del 96 % para los 15 años. En la gráfica siguiente lo vemos por edades.

Gráfico INE Uso niños del móvil

INEDisponibilidad de móvil en los niños por edades

Estos datos nos dan una idea de hasta qué punto la tecnología está presente en los niños y adolescentes. No es de extrañar que, en ausencia de una educación en este sentido, se produzcan problemas como el ciberacoso, suplantación de personalidad o sexting, entre otros.

Estos problemas no solo se producen en menores, sino que también se reproducen en determinados adultos, que muchas veces actúan con desconocimiento o un bajo nivel de preocupación por el tema de la veracidad, la privacidad y la reputación digital, lo que les lleva a cometer errores que pueden llegar a ser muy graves. Recuérdese el caso del linchamiento a los falsos secuestradores de niños en Colombia, una noticia falsa difundida a través de WhatsApp que terminó con la muerte de un inocente y el linchamiento de dos más. La falta de un mínimo razonamiento crítico ante muchas de las noticias e informaciones que nos llegan hacen necesaria una reflexión sobre nuestro comportamiento con respecto a Internet.


3. Ciudadanía digital

De las muchas definiciones que existen sobre el concepto ciudadano digital nos parece especialmente útil la proporcionada por Edith González en el artículo Formación Ciudadana [digital], una nueva materia para el currículum escolar:

Un ciudadano digital es aquella persona que utiliza tecnología de la información para mejorar su participación en la sociedad, la política y el gobierno, o sea los que utilizan internet regularmente y con efectividad.

Así pues, la ciudadanía digital supone el conocimiento y la aplicación de la cultura y los valores sociales en el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. Esto lleva a la aplicación de un código de conducta y ético en Internet.

González puntualiza:

Son sinónimos o términos relacionados a "ciudadano digital": ciberciudadano, netizen, y e-ciudadano, quien

  • Usa intensivamente la tecnología de la información.
  • Puede tener su propio blog o sitio web.
  • Utiliza de forma intensiva las redes sociales.
  • Participa en sitios periodísticos.
  • Tiene activa participación en el comercio electrónico.
  • Usa sitios de organizaciones privadas como bancos y públicas, estatales, provinciales y/o municipales).

El concepto de ciudadano digital lleva al nacimiento de una serie de ámbitos en los cuales se desenvuelve de forma habitual. Ribble, Bailey y Ross en Digital Citizenship identifican nueve áreas relacionadas con la ciudadanía digital:

  1. Etiqueta: normas de conducta o formas de proceder en los medios electrónicos.
  2. Comunicación: intercambio electrónico de información.
  3. Educación: el proceso de enseñanza y aprendizaje sobre la tecnología y el uso de la tecnología.
  4. Acceso: plena participación electrónica en la sociedad.
  5. Comercio: compra y venta electrónica de bienes.
  6. Responsabilidad: responsabilidad electrónica por acciones y hechos.
  7. Derechos: esas libertades extendidas a todos en un mundo digital.
  8. Seguridad: bienestar físico en un mundo de tecnología digital.
  9. Seguridad (autoprotección): precauciones electrónicas para garantizar la seguridad.

Este curso tratará siempre sobre estos puntos, de un modo u otro se verán reflejados a través de los diferentes bloques.


4. Identidad digital

La identidad digital es todo aquello que nos identifica en Internet y, por tanto, nos define. A medida que utilizamos diferentes herramientas, redes sociales, sistemas de mensajería, etc., cada uno de nosotros va dejando un rastro que es visible por cualquiera con acceso a un buscador o a nuestros perfiles en redes.

Este rastro lo forman los comentarios que hayamos realizado en páginas web (por ejemplo, comentando un producto que hemos comprado), mensajes escritos en una red social como Twitter o Facebook, fotos y comentarios en redes como Instagram y un largo etcétera. 

La mayoría de todo aquello que hacemos a través de medios digitales deja alguna huella reconocible y rastreable por otros. En el mundo analógico, aquel que discurre al margen de las redes, la huella que dejamos también nos define y caracteriza como personas. Cuando hablamos, escribimos o simplemente salimos cada día a la misma hora de casa, estamos dando información a los demás. Información que podrán captar o no de primera mano dependiendo de la atención que pongan o que tengan por nosotros. Esta realidad de nuestros actos suele definirnos tal como somos a no ser que estemos actuando o mintiendo por sistema en aquello que hacemos y decimos. Esta segunda posibilidad es mucho más frecuente en el mundo digital que en el analógico. El hecho de que podemos controlar fácilmente aquello que los demás ven de nosotros hace que se puedan dar casos de perfiles falsos o, siendo verdaderos, perfiles que ofrecen una imagen diferente a la realidad. Esta es la base para muchos de los engaños que encontraremos en las redes sociales y contra los cuales hemos de estar prevenidos los adultos y muy especialmente los menores.

5. Identidad y ciudadanía

Llegados a este punto nos podemos preguntar ¿qué relación existe entre la identidad y la ciudadanía digital? ¿Debemos ocultarnos en Internet de forma que no haya ningún vínculo entre nuestra vida real y la virtual? 

Algunas personas optan por pasar totalmente desapercibidas al negarse a tener perfiles en las redes sociales, no utilizar ningún programa de mensajería y, en algunos casos, no disponer tan siquiera de teléfono móvil. Lógicamente todas las opciones son lícitas pero de cara a la pertenencia a la sociedad en la que vivimos quizás no sea lo más indicado. Del mismo modo que uno puede negarse a leer la correspondencia en papel que llega hasta su buzón, tenga el origen que tenga, por ejemplo una multa de tráfico o el pago de un impuesto, también puede hacer lo mismo en el mundo digital. Sin embargo, aparte de los problemas personales que pueda ocasionar el vivir en la era pre-Internet, como individuos pertenecientes a una sociedad tenemos el derecho y el deber de participar en ella como miembros plenos integrantes.

El uso razonable de los mecanismos digitales que nos ofrece la sociedad debe contribuir a hacer de ésta un lugar mejor. No es únicamente una forma de estar mejor informados o de obtener un beneficio particular de algún tipo, sino que la ciudadanía digital debe permitirnos participar de forma activa en el desarrollo y mejora social.

A nivel local, mecanismos de intervención en el desarrollo de nuestro barrio o nuestra ciudad, tales como las aplicaciones para dispositivos móviles que ponen en contacto a los vecinos del barrio, permiten estar al tanto de los problemas que tiene nuestro entorno más cercano, así como aportar ideas, sugerencias o información útil para los que nos rodean (léase, por ejemplo el artículo Los móviles logran potenciar las relaciones vecinales en Barcelona).

También existen aplicaciones y servicios que actúan a nivel más general que nos permiten interactuar a un nivel más amplio como ayuntamientos, comunidades autónomas y a nivel estatal. En este artículo podemos encontrar alguna:  Las 10 mejores apps para promover la participación ciudadana en España y Latinoamérica.

La web Change.org permite hacer visibles las causas de los ciudadanos y grupos que deseen dar visibilidad a sus peticiones, normalmente relacionadas con los derechos humanos (Para saber más: Change.org en Wikipedia). Gracias a servicios como este podemos apoyar determinadas causas que consideramos justas y necesarias.

El micromecenazgocrowdfunding o financiación colectiva, es otro aspecto, esta vez económico, muy relacionado con el concepto de ciudadanía digital. El micromecenazgo permite que particulares apoyen económicamente, con pequeñas aportaciones, proyectos tecnológicos, humanitarios y de otros tipos. Pueden verse algunas de las plataformas más importantes de este tipo en el artículo de la Wikipedia dedicado a este tema. En estos otros dos artículos puedes ver algunos casos de micromecenazgo con éxito: Micromecenazgo en la era digital para empresas que buscan destacarse en el mercado¿Qué es el 'crowdfunding' o micromecenazgo?

Así pues vemos que ejercer la ciudadanía de forma responsable puede conllevar también la realización de estas y otras acciones que implican necesariamente el uso de una identidad digital. Identidad que debemos cuidar y proteger pero no esconder si deseamos ejercer nuestros derechos en el mundo actual.

6. Los menores como ciudadanos digitales

Como se vio en el apartado sobre el uso de Internet, la práctica totalidad de nuestros alumnos utiliza Internet y dispone de un teléfono móvil. Para ellos la identidad digital es algo de lo que no pueden huir ya que la actividad que realizan a través de Internet es, por lo general, muy activa y con frecuencia de riesgo, ya que suben fotos y vídeos personales, muchas veces sin ningún tipo de filtro ni reflexión. 

Es necesario que los menores se hagan responsables de su pertenencia al mundo digital, donde todos tenemos también una forma de comportarnos, donde nuestros actos, como en el mundo real, pueden tener importantes consecuencias.  En definitiva, deben ser ciudadanos digitales responsables, que hacen un uso racional y útil de Internet, tanto para sí mismos como para la sociedad, que evitan las situaciones de riesgo y son capaces de ayudar a otros. El uso responsable de Internet no es un acto individual y aislado sino que tiene repercusiones en muchas otras personas y, a diferencia del mundo analógico, estas repercusiones tienen un alcance mucho mayor, más rápido y en personas que pueden estar muy alejadas físicamente de nosotros. Se trata, por lo tanto, de un nuevo ecosistema social que es necesario aprender a manejar y gestionar.

7. Créditos

Autores del curso

Juan José de Haro

Acceso a los contenidos

Los contenidos del curso han sido publicados por el INTEF  en el libro titulado «Ciudadanía e identidad digital» y puede ser descargado en PDF siguiendo el enlace anterior.