Marco Digital de Aprendizaje

1. ¿Qué es un Marco Digital de Aprendizaje?

Un Marco Digital de Aprendizaje (MDA) es una representación visual de un contenido o un tema de aprendizaje (tan pequeño o grande como nosotros queramos), alojado en un espacio digital, en formato interactivo y con una estructura gamificada de sus elementos. Dicho de otro modo, es una imagen interactiva a modo de pantalla de juego a partir de la cual se enlazan todas las actividades y recursos del tema a tratar. Se trata de una variante de los conocidos Paisajes de Aprendizaje. 

En la base de una propuesta pedagógica de este tipo subyace el concepto de aprendizaje personalizado, un  postulado que ubica en el centro del proceso de aprendizaje al alumno, adaptándose la secuencia a las condiciones y necesidades del aprendiz. Ya lo adelantaba Ausubel (1978) al señalar que uno de los factores que más influye en un proceso de aprendizaje es lo que sabe el individuo. Será importante explorar este nivel y actuar en consecuencia.

El avance de las TIC y la universalización de acceso a estas tecnologías, han permitido la proliferación de diferentes enfoques de aprendizaje digital que toman la personalización como una estrategia elemental. Además, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), incorpora el término educación personalizada en su preámbulo, haciendo referencia a que “nunca como ahora, en plena Sociedad de la Información y el Conocimiento, hemos tenido la oportunidad de disponer de una educación personalizada y universal”. En secciones anteriores se introdujo el concepto de Diseño Instruccional (Reigeluth, 1983), y dominar las claves pedagógicas de un MDA nos permitirá crear una secuencia didáctica que se adapte, en cierta medida, a diferentes perfiles de alumnado.

Volviendo a la conceptualización de un MDA, podemos decir que se parte de dos elementos básicos: Una web gráfica con enlaces a otras páginas o a otros mini-marcos y unas guías visuales de actividad que relacionan los diferentes elementos del marco. En cierto modo se puede parecer a los mapas conceptuales, con el añadido lúdico del funcionamiento. Las posibilidades de gamificación suponen el otro gran pilar de una propuesta de este tipo, Deterding (2011) definió este postulado como el uso de elementos y mecánicas del juego en contextos que de partida no son lúdicos. 

Por lo tanto, nos encontramos ante un formato que permite crear escenarios tan personalizados como consideremos, de manera que el alumno dispone de un entorno en el que desenvolverse, donde puede tomar elecciones en su aprendizaje gozando de gran autonomía, y con una estructura gamificada. Todo ello le permite trabajar a su propio ritmo, y atendiendo a sus características personales.

En un MDA podemos imprimir tanta complejidad como consideremos, pudiendo llegar a ser una especia de “Elige tu propia aventura” para el alumno, en formato digital. Con diferentes caminos que se entrecruzan, en los que va eligiendo opciones, dando respuestas, resolviendo incógnitas y llegando cada uno a un destino por caminos diferentes. Abordar un trabajo competencial desde él, sería la forma más idónea de trasladar este tipo de secuencias a un entorno educativo curricular, competencias a las que Perrenaud (2008) describe como actuaciones integrales que permiten identificar, interpretar, argumentar, y resolver problemas del contexto del aprendiz integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer.

Nos encontramos ante una herramienta pedagógica con muchas posibilidades y potencialidades, que tiene vínculos con herramientas cercanas como el pensamiento visual (Visual Thinking), el aprendizaje cooperativo, la gamificación, los paisajes de aprendizaje y la evaluación por competencias.

Ejemplo de imagen soporte para un marco digital de aprendizaje. Elaboración propia. Licencia CC BY-SA.