Elementos del currículo asociados a la etapa

3. El perfil de salida

Introducción

El Perfil de Salida constituye la pieza fundamental a través de la cual, se concretan los principios y fines del sistema educativo español. Esta es la novedad fundamental del currículo y supone la propuesta más determinante para profundizar en el enfoque competencial del aprendizaje y de la enseñanza.

Este perfil establece las competencias clave que, alineadas con los retos y desafíos del siglo XXI, se consideran deseables al finalizar la enseñanza básica y es único para todos los alumnos y alumnas del territorio nacional. La educación básica está constituida por la Educación Primaria, la Educación Secundaria Obligatoria y los Ciclos Formativos de Grado Básico (según se expresa en el artículo 3.3 de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre ).

Las competencias clave son un conjunto de desempeños que se espera que el alumnado adquiera al final de la educación básica. Las ocho competencias clave y sus descriptores, (detallados en los siguientes capítulos), constituyen el Perfil de salida.


El Perfil de salida es la cimentación sobre la que se alzan las decisiones curriculares. Es la base sobre la que fundamentan las estrategias y las orientaciones metodológicas de la educación. Las competencias clave del Perfil de salida necesariamente serán desplegadas por el alumnado en situaciones reales que requieran afrontar los principales retos y desafíos globales del siglo XXI. El Perfil, constituye, de este modo, el elemento clave del currículo.


El enfoque competencial que se menciona e inspira esta nueva propuesta de currículo, se concreta a través del Perfil de salida, ya que este constituye el referente último del desempeño competencial en el momento de evaluar las distintas etapas educativas.


Aspectos que se han tenido en cuenta en la determinación del Perfil de salida

Las competencias que se definen en el Perfil de salida toman como referencia las competencias clave indicadas en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea, de 22 de mayo de 2018, relativas a las competencias clave para el aprendizaje permanente. Estas han sido adaptadas al sistema educativo español y contextualizadas a la educación básica.


Competencias clave recogidas en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea, de 22 de mayo de 2018. El vínculo del Perfil de salida a esta recomendación garantiza la alineación del sistema educativo español con otros sistemas educativos de la Unión Europea, facilitando la cohesión entre los sistemas educativos de la Unión Europea y, por tanto, el continuo desarrollo profesional y/o formativo de los ciudadanos y ciudadanas en otros países de su entorno.
Aunque la recomendación se refiere al aprendizaje permanente a lo largo de la vida, las competencias del Perfil de salida se contextualizan a la etapa de la educación básica, conectando, de esta forma, con la realidad de los alumnos y alumnas.
Los retos y desafíos globales del siglo XXI se han tenido en cuenta en la determinación de las competencias clave que constituyen el Perfil de salida, asumiendo que el alumnado aplicará las competencias adquiridas ante situaciones reales de la vida, dando respuesta a dichos desafíos y teniendo en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De esta forma, los aprendizajes de la etapa quedan asociados a la necesidad de formar personas preparadas para desenvolverse con autonomía ante las distintas situaciones académicas, profesionales y personales, que encuentren a lo largo de su vida. Los principales desafíos del siglo XXI se han enunciado en el Anexo I de los reales decretos por los que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de las distintas etapas:
  • "Desarrollar una actitud responsable a partir de la toma de conciencia de la degradación del medioambiente y del maltrato animal basada en el conocimiento de las causas que los provocan, agravan o mejoran, desde una visión sistémica, tanto local como global."
  • "Identificar los diferentes aspectos relacionados con el consumo responsable, valorando sus repercusiones sobre el bien individual y el común, juzgando críticamente las necesidades y los excesos y ejerciendo un control social frente a la vulneración de sus derechos."
  • "Desarrollar estilos de vida saludable a partir de la comprensión del funcionamiento del organismo y la reflexión crítica sobre los factores internos y externos que inciden en ella, asumiendo la responsabilidad personal y social en el cuidado propio y en el cuidado de las demás personas, así como en la promoción de la salud pública."
  • "Desarrollar un espíritu crítico, empático y proactivo para detectar situaciones de inequidad y exclusión a partir de la comprensión de las causas complejas que las originan."
  • "Entender los conflictos como elementos connaturales a la vida en sociedad que deben resolverse de manera pacífica."
  • "Analizar de manera crítica y aprovechar las oportunidades de todo tipo que ofrece la sociedad actual, en particular las de la cultura en la era digital, evaluando sus beneficios y riesgos y haciendo un uso ético y responsable que contribuya a la mejora de la calidad de vida personal y colectiva."
  • "Aceptar la incertidumbre como una oportunidad para articular respuestas más creativas, aprendiendo a manejar la ansiedad que puede llevar aparejada."
  • "Cooperar y convivir en sociedades abiertas y cambiantes, valorando la diversidad personal y cultural como fuente de riqueza e interesándose por otras lenguas y culturas."
  • "Sentirse parte de un proyecto colectivo, tanto en el ámbito local como en el global, desarrollando empatía y generosidad."
  • "Desarrollar las habilidades que le permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida, desde la confianza en el conocimiento como motor del desarrollo y la valoración crítica de los riesgos y beneficios de este último."
    Desafíos y retos del siglo XXI

    Principales desafíos educativos para el siglo XXI. Elaborado por el Área de Formación en Línea y Competencia Digital Educativa. Licencia CC BY-SA

    Descripción textual de la infografía


    La vinculación de estos desafíos con las objetivos educativos permite dar sentido a los aprendizajes y permite al alumnado conectar sus actuaciones educativas con sus propias experiencias.

    Con el fin de abordar estos desafíos es necesario que los aprendizajes adquiridos hasta la educación básica incluyan los conocimientos, actitudes y destrezas asociados a cada área, materia o ámbito, en los que subyacen las competencias clave del Perfil de salida.

Principios y fines del sistema educativo español. Teniendo en cuenta que la pieza clave del currículo es el Perfil de salida (incluyendo las competencias que se espera que el alumnado adquiera al final de la educación básica), es evidente que los fines del sistema educativo deben reflejarse en diferentes aspectos del Perfil de salida.
Estas metas subyacen de forma transversal en los descriptores de las competencias clave y en los demás elementos del currículo, garantizando que el respeto a los derechos y libertades, la equidad, la inclusión y el pleno desarrollo de las capacidades del alumnado son el punto de mira de nuestra educación. El Perfil de salida permite la concreción de los principios y fines del sistema educativo.
Retos recogidos en el documento Key Drivers of Curricula Change in the 21st Century, de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO. En dicho documento se proponen las bases generales para la actualización del currículum de forma global y concibiéndolo como elemento clave para la educación inclusiva, equitativa y sostenible, evitando concreciones inferiores o contextos específicos referidos a un país específico. 
Desde la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO se impulsa la actualización necesaria de los currículos y de los procesos de formación, con el fin de preparar de forma adecuada al alumnado ante los desafíos y retos del siglo XXI.
Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Estos objetivos quedan reflejados en las competencias clave del Perfil garantizando el cuarto enfoque de la Ley LOMLOE, por el que se incide en la incorporación de la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial en los planes y programas de la educación básica. En concreto el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, a través de sus múltiples metas persigue la educación de calidad, accesible, equitativa y gratuita para todo el alumnado, eliminando desigualdades y adecuando los recursos a las necesidades de todo el alumnado.
Aunque todas las metas relativas al objetivo 4 están recogidas  directa o indirectamente en los principios del sistema educativo español, las recomendaciones del Consejo de 22 de mayo de 2018 hacen referencia explícita a la meta 4.7. en la que se destaca la necesidad de "garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles".

Progreso hacia el perfil de salida a lo largo de la etapa educativa

Como se ha expresado anteriormente, el Perfil de salida hace referencia a las competencias adquiridas al finalizar la educación básica. Esto implica que el proceso de adquisición comience en etapas educativas anteriores y progrese secuencialmente con el punto de mira en el Perfil de salida.

De esta forma, se convierte en el hilo conductor del currículo y por lo tanto, garantiza y favorece la coherencia entre los aprendizajes de las distintas etapas. A lo largo de este recorrido, se hace necesario valorar el proceso de consecución de dichas competencias. La forma de hacerlo es a través del “nivel de desempeño esperado al completar la Educación Primaria ”, que establece el grado previsto en el avance hacia el Perfil de Salida cuando el alumnado finaliza la Educación Primaria.

Asimismo, el Perfil de salida debe facilitar el progreso y la continuidad del aprendizaje permanente en etapas posteriores a la educación básica. En este sentido, se convierte en el punto de partida de los futuros itinerarios formativos, garantizando la continua adquisición de las competencias clave para el aprendizaje permanente a las que se refiere la Recomendación del Consejo de la Unión Europea, de 22 de mayo de 2018. Al finalizar la etapa académica, el alumnado debe ser capaz de transferir las competencias adquiridas a otras situaciones que se presenten en su vida, mejorando sus actuaciones y encontrando nuevas estrategias para resolver problemas o para desarrollar tareas de forma eficiente.

Como consecuencia, se ha definido el “grado de adquisición de las competencias clave esperadas en Bachillerato ”, a través de los distintos descriptores operativos (especificados en los siguientes apartados).

Por otro lado, el Sistema de Formación Profesional debe asegurar el desarrollo personal y profesional de la persona, la mejora continuada de su cualificación a lo largo de toda la vida, según se indica en el artículo 5 de la nueva Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional. Para ello, se han establecido tres niveles de competencia profesional, de acuerdo con lo dispuesto en el Catálogo Nacional de Estándares de Competencia Profesional.

El enfoque competencial al que se hace referencia en el currículo se mantiene tanto en la educación básica como en otras etapas educativas postobligatorias asegurando que las distintas etapas queden ensambladas entre sí con una continuidad coherente.


Evolución del Perfil de Salida

Evolución del Perfil de Salida. Elaborado por el Área de Formación en Línea y Competencia Digital Educativa.  Licencia CC BY-SA