3.4. El papel de otros agentes educativos (familias y compañeros no gitanos)

Introducción

Es obvio que el éxito escolar del alumnado gitano es algo que concierne a los estudiantes gitanos y a sus familias. Pero, desde una perspectiva sistémica -tal como estamos reclamando en este curso- el resto de los agentes educativos también tenemos una responsabilidad al respecto. Como venimos analizando a lo largo del curso, la autoestima y la vinculación académica y social es lo principal que está en juego en la vida de cualquier escolar. Y la autoestima de una persona se construye con lo que hace cada día: sus relaciones, sus logros, lo que percibe que los demás esperan de ella... Y uno se vincula con aquellos ámbitos en los que constata que se le valora y que es competente y en los que siente que tiene expectativas de futuro. Por ello, el profesorado y los centros escolares y las políticas educativas son factores decisivos para la trayectoria escolar de cualquier alumno o alumna y las decisiones que el profesorado y los centros escolares y la Administración tomen o dejen de tomar relativas a la inclusión escolar van a condicionar poderosamente las posibilidades de vinculación académica del alumnado que socialmente tiene una posición más vulnerada. Pero, por lo mismo, en el sistema escolar las decisiones y planteamientos de las familias de los grupos sociales mayoritarios y de sus hijos e hijas también inciden en la vida del resto del alumnado, tanto en cuanto propician la inclusión escolar y la convivencia interétnica, o por el contrario, se rigen por planteamientos clasistas y prejuiciosos y cargados de antigitanismo y de evitación del alumnado gitano y, por consiguiente, de segregación y guetización del mismo.