Protocolo de coordinación

Al tener transferidas las comunidades autónomas, excepto Ceuta y Melilla, las competencias en Educación y Sanidad, no se puede hablar de un protocolo unificado. Cada comunidad autónoma tiene sus mecanismos de actuación y coordinación para el TDAH. En términos generales, todos los protocolos siguen esta secuencia:

  • Fase primera: sospecha de TDAH

 La queja habitual de los progenitores o de los tutores/as suele venir por la afectación de todas o algunas de las siguientes dimensiones: la atención, el nivel de actividad y el grado de impulsividad, además de otros aspectos cognitivos.
Se debe tener en cuenta que el diagnóstico del menor puede llegar por dos vías:

  1. El tutor/a recoge la preocupación de los padres o del resto del equipo docente y lo comunica al equipo de orientación, el cual realiza una valoración psicopedagógica.
  2. La familia se pone en contacto con el servicio sanitario de Atención Primaria y es derivada al especialista, quien realiza el diagnóstico clínico.

En cualquiera de los dos casos, puede ser útil el Cuestionario psicopedagógico y de evaluación del TDAH y trastornos relacionados (6-12 años), desarrollado por la Asociación Andaluza de Psiquiatría y Psicología Infanto-Juvenil.

En el primer caso, el equipo de orientación puede emplearlo para recabar información del equipo docente y confirmar la necesidad de la evaluación. En el segundo caso, es útil para trasladar la información desde el centro escolar a los servicios sanitarios.

 TDAH

Imagen de ElberthJimenez, 2011, CC BY-NC-SA 2.0

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Puede descargar el documento "Cuestionario psicopedagógico y de evaluación del TDAH" desde aquí (formato PDF)
  • Fase segunda: valoración desde el centro escolar

Es aconsejable que las familias de los menores contrasten y comprueben con el tutor/a que las dificultades del niño o la niña afectan a más de un entorno. De igual manera, deberán cumplimentar los cuestionarios preliminares sobre el TDAH que haya puesto a su disposición el especialista para recabar información.

Se debe firmar el consentimiento por parte de los progenitores y entonces el equipo de orientación procederá a realizar el informe psicopedagógico.

El informe psicopedagógico incluirá:

  1. Datos observados por la familia.
  2. Información recogida por los profesores.
  3. Información obtenida a través de la observación del alumno/a en el aula.
  4. Datos del alumno o alumna recabados mediante test, escalas y cuestionarios.

Las variables que se deben sondear en la evaluación psicopedagógica están incluidas en el Módulo 4: Propuestas Educativas , en el apartado: Aportaciones desde la orientación. Y en el apartado: Apoyo al proceso enseñanza-aprendizaje se encuentra la ficha "Instrumentos estandarizados de evaluación para el TDAH".

En caso de la existencia de diagnóstico:

  1. Se propondrá una adaptación curricular significativa si el alumno/a presenta necesidades educativas especiales, la cual contendrá, entre otras cosas, las propuestas de coordinación con la familia y el profesorado y los mecanismos de intercambio de información con los servicios sanitarios, en el caso de ser necesario el tratamiento farmacológico.
  2. El equipo de orientación elaborará un informe de derivación para los servicios sanitarios.
  3. Si el alumno no presenta necesidades educativas especiales, se asesorará y orientará a la familia y al profesorado implicado con el alumno/a realizando el seguimiento. Si fuese necesario, se elaborará una adaptación curricular.

centro escolar

Imagen de Life Mental Health, 2013, CC BY 2.0

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Puede descargar el documento "Diagrama de flujo del protocolo de actuación en centros escolares" desde aquí (formato PDF)
  • Fase tercera: valoración y diagnóstico desde los servicios sanitarios

 

Los médicos de atención primaria y los pediatras son otro ámbito de detección y lugar donde los progenitores pueden comunicar las alteraciones o dificultades que tienen con su hija o hijo. Bien por iniciativa propia o bien por el diagnóstico obtenido desde el centro escolar, pedirán cita con los servicios especializados de salud para la correspondiente valoración neurobiológica y el subsiguiente tratamiento.

En la exploración hay que descartar la existencia de patologías orgánicas que cursan con síntomas comunes a este trastorno, es decir, revisar vista, oído y funcionamiento cerebral.

Si se descarta la existencia de patologías orgánicas desde el servicio de salud especializado, Neuropediatría o la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil, se realizará una valoración completa del menor, utilizando:

  • Informe psicopedagógico del menor (recomendable).
  • Informe del pediatra o médico de cabecera.
  • Información recogida por los padres y docentes.
  • Diagnóstico diferencial del menor con otros trastornos.
  • Criterios DSM IV-TR para el diagnóstico del TDAH.

 

valoracion y diagnostico

Imagen de Life Mental Health, 2013, CC BY 2.0

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Puede descargar la ficha "Criterios Diagnósticos DSM IV-TR" desde aquí (formato PDF)

Con toda la información recogida se elaborará un informe clínico que contendrá el diagnóstico con las propuestas farmacológicas y psicoterapéuticas para mejorar el bienestar y la calidad de vida del menor, así como las pautas de coordinación para poder elaborar el plan integral del menor.

 

  • Fase cuarta: evaluación de las actuaciones

Se trata de un plan de evaluación donde se recojan todas las actuaciones, propuestas e intervenciones que el menor está recibiendo, de tal manera que se diseñe y se programe un plan de coordinación y seguimiento para valorar el funcionamiento del tratamiento a corto, medio y largo plazo:

A corto plazo

  • Asegurarse de que todas las instituciones han recibido la información y han consensuado las actuaciones.
  • Valoración pre-atencional y post-atencional tras el abordaje farmacológico para poder contrastar resultados.
  • Observación conductual en el aula de las conductas disruptivas pre y post por parte del profesorado tras el inicio de la medicación para poder contrastar los resultados.
  • Remitir a la familia a alguna asociación de TDAH para que puedan liberar la angustia y ampliar la información y la formación facilitada desde el centro y los servicios de salud. 
  • Implantación de medidas educativas específicas en el centro educativo para aquellos alumnos/as que las necesiten.
  • Inclusión de programas específicos de intervención, de entrenamiento en autoinstrucciones y control de la impulsividad en las actividades de centro.
  •  Establecimiento de una buena comunicación entre familia, servicios sanitarios y centro escolar.

A medio plazo

  • Comunicación fluida con todos los servicios implicados ante cualquier duda, dificultad o novedad, que se transmitirá de manera telefónica, por mail o personalmente.
  • Comprobación de la eficacia y repercusión que las adaptaciones metodológicas, cambios en el aula y adecuación de las actividades han tenido en el alumno/a a nivel académico.
  • Comprobación de la eficacia y eficiencia de los programas específicos de entrenamiento.

A largo plazo

  • El centro escolar puede colaborar realizando cambios en las Normas de Organización y Funcionamiento, en las programaciones didácticas, en la PGA, etc. y adaptar las actividades complementarias y extraescolares del centro.
  • Podrá realizar proyectos de innovación donde se incluya la formación en TDAH.
  • Evaluación de la eficacia y repercusión que las adaptaciones metodológicas, los cambios en el aula y la adecuación de las actividades han tenido en el alumno/a a nivel social y personal. 
  • Adquisición y aumento del autocontrol adquirido por el/la menor.
  • Revisión y reevaluación de las propuestas educativas o farmacológicas por docentes o personal clínico según corresponda cuando se estimen oportunas.

familia LEGO

Imagen de Rafa_uoc, 2011, CC BY-SA 2.0

Todo ello conlleva un gran esfuerzo de colaboración interinstitucional y multidisciplinar que hace que el tratamiento y la intervención sobre el/la menor sea integral en todos los ámbitos de su vida, lo cual disminuirá los efectos negativos colaterales y secundarios del afectado por el trastorno, en los familiares y personas cercanas que conviven con él.

Como puede observarse, existen dos vías preferentes de atención al alumnado con TDAH: la del sistema sanitario y la del sistema escolar. La evidente desconexión entre ambas instituciones es la causante de la duplicidad de evaluaciones, del desconocimiento o no reconocimiento de los diagnósticos en alguna de ellas y de otros problemas consecuentes. Estos dos mundos están llamados a entenderse.

Si bien los modelos de orientación son diversos en cada comunidad autónoma, ante los problemas clínicos se hace necesaria la puesta en marcha de ciertas estrategias pertenecientes a lo que en orientación se conoce como Modelo de Servicios. También es deseable que el trabajo se realice mediante programas. Hablamos de la existencia de acuerdos de colaboración entre instituciones que desemboquen en la elaboración de protocolos de coordinación, que reviertan en un beneficio para la calidad de vida de los y las pacientes y maximicen el funcionamiento de los recursos públicos.

tratamiento multidisciplinar

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