El trabajo en común: la generación de conocimiento en red

El desarrollo de las bibliotecas escolares está ligado al de las instituciones educativas de las que forman parte, pero también a la cooperación y a su participación en redes. Buscarán el establecimiento de micro‐redes con otras bibliotecas escolares de su entorno más próximo pero también con otras de distinta tipología, especialmente las públicas (pero también con librerías u otras instituciones culturales), con el fin de compartir recursos, rentabilizar presupuestos escasos, vincular a usuarios de distintos sectores y niveles educativos, diseñar conjuntamente propuestas y actuaciones. La selección de los recursos digitales exigirá un nivel de especialización y, al tiempo, un nivel de colaboración alto. Estas micro‐redes tendrán un grado elevado de autonomía en lo que se refiere a sus fines y contenido: actividades de colaboración, propuestas de trabajo, etc.

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La cooperación de la biblioteca escolar con otras de su ámbito, tanto escolares como públicas, es fundamental para optimizar recursos, pero también para generar conocimiento compartido. El trabajo en red, la difusión de experiencias y buenas prácticas, la elaboración conjunta de materiales sirve para construir, con todas las aportaciones, un corpus común que facilita la innovación y la introducción de mejoras.

Redes de bibliotecas escolares

Son muchas las medidas que se pueden articular para establecer la colaboración entre bibliotecas escolares, muy bien resumidas en las conclusiones del panel Cooperación del profesorado en las redes profesionales provinciales de bibliotecas escolares, en las V Jornadas Andaluzas de las Redes Profesionales de Bibliotecas Escolares. Entre ellas:

Respecto a la cooperación virtual:

  • Creación conjunta de entornos informacionales.
  • Recopilación de materiales sobre una misma temática en entornos virtuales.
  • Tableros virtuales conjuntos para confeccionar o seleccionar materiales.
  • Tableros virtuales conjuntos para recomendar lecturas.
  • Plantear un tema conjunto sobre el que trabajar en todas las bibliotecas a lo largo del curso y elaborar de forma conjunta materiales para llevarlo a cabo en los diferentes centros.
  • Creación conjunta de materiales para conmemorar efemérides.
  • Participación conjunta en clubes virtuales de lectura.
  • Creación conjunta de repositorios virtuales.

Respecto a la cooperación presencial:

  • Apadrinamiento lector entre diferentes centros.
  • Elaboración de un producto final compartido tras los talleres presenciales en las diferentes reuniones.
  • Preparación y celebración de una efeméride de forma conjunta.
  • Compartir recursos y materiales.

Respecto a formas mixtas, que conjuguen cooperación virtual y física:

  • Abrir espacios de encuentro virtual donde surjan actividades que transiten entre lo virtual y lo físico.
  • Resolver demandas formativas en torno a esta temática.
  • Creación de códigos QR para lotes de libros. Selección de títulos y reparto entre los diferentes responsables. Estos códigos serán compartidos entre las bibliotecas que participen.
  • Formación de usuarios. Para favorecer el paso de primaria a secundaria elaborar un manual conjunto, con la idea de facilitar el paso de la primaria a la secundaria y que concluiría con la visita de la biblioteca.
  • Proyecto interdisciplinar. Elaboración de un entorno informacional sobre el proyecto en el que se va a trabajar y exposición presencial con la visita de los diferentes centros involucrados.
  • Creación de club de lectura. Empleando las redes sociales como medio de encuentro virtual (lanzando preguntas sobre las lecturas) y que concluyese con el encuentro presencial.

El informe de la Comisión Técnica de Cooperación de Bibliotecas Escolares 2016 detalla las redes impulsadas por la Administración en los distintos ámbitos autonómicos, entre las que destacan:

Pero también existen redes informales, autogestionadas, como BeRed, grupo cooperativo Bibliotecas Escolares en Red, de Albacete. Si no hay ninguna red establecida en el entorno, es importante dar, poco a poco, pasos para empezar a colaborar con las bibliotecas más cercanas.

Colaboración con las bibliotecas públicas

Chelo Veiga. Bibliotecas Públicas/Bibliotecas Escolares (CC BY-SA)

La colaboración con las bibliotecas públicas también es imprescindible y beneficiosa para ambas, ya que, como bien explica Chelo Veiga, coordinadora de la Red de Bibliotecas Públicas Municipales de Oviedo, se complementan perfectamente y comparten público.

Existen muchas formas de colaborar, pero los siguientes documentos pueden aportar algunas ideas.

  • En el capítulo 15, "Colaboración con la biblioteca pública", de la publicación Bibliotecas escolares "entre comillas", se muestran prácticas que fortalecen la relación entre los dos tipos de bibliotecas.
  • El artículo Biblioteca Escolar del CEIP Los Albares: a veces los sueños se cumplen, en la revista Forum Aragón, demuestra, entre otras cosas, cómo disponer de un Plan Municipal de Lectura coordinado permite ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero. Por ejemplo, las visitas de autores o autoras a los cinco centros escolares de la localidad son gestionadas y sufragadas por la Biblioteca Pública, fórmula que permite abaratar costes y permite que estos puedan dedicarse a preparar el encuentro, en lugar de dedicar tiempo a gestiones.