La actividad pedagógica

Decimos, una vez más, que la biblioteca escolar no debe ser un ente pasivo, sino que ocupa una posición privilegiada para tomar parte activa en la vida educativa del centro, desarrollando una amplia actividad pedagógica que se concreta en su participación en distintos programas y proyectos.

  • Programas de promoción de la lectura: ya hemos visto, al definir las funciones de la biblioteca escolar, que una de las más importantes es participar en el diseño e implementación de los planes, proyectos o programas del centro dirigidos a mejorar la competencia en comunicación lingüística. El más importante es el Plan Lector, ya que abarca todos los aspectos que contribuyen a desarrollarla.
    Desde la biblioteca se prestará apoyo, también, al tiempo de lectura diario en las etapas que proceda.
  • Programas de alfabetización mediática e informacional  (ALFIN/AMI): imprescindibles para adquirir la competencia en el manejo de la información, de los medios y de la tecnología.
  • Apoyo a planes y proyectos del centro: proyectos de investigación, exposiciones, charlas, salidas, actividades culturales...

Evaluar la actividad pedagógica de la biblioteca es, en buena parte, evaluar el resultado de los propios programas y, debido a la extraordinaria importancia que tienen los dos primeros, nos ocuparemos de ellos más adelante, de forma extensa. No obstante, como primera aproximación, se puede tomar nota de los que se están desarrollando y de una serie de indicadores: si todo el alumnado utiliza la biblioteca, si la utiliza todo el profesorado y qué tipo de actividades se realizan durante el horario lectivo. Las estadísticas de préstamo pueden arrojar datos, también, sobre el tipo de lecturas que prefiere el alumnado y la evolución, a lo largo del tiempo, de la actividad.