
Ya hemos visto que la biblioteca escolar debe prestar apoyo a todas las áreas del currículo y que es un entorno idóneo para la adquisición de competencias. Para ello, su colección debe incorporar recursos variados en cuanto a su contenido, lenguaje (textual, icónico, sonoro...), soporte y procedencia.
La abundantísima producción editorial y el ritmo vertiginoso de publicación hacen que la oferta sea muy amplia, lo que siempre es positivo, pero a la vez dificulta la selección de los recursos. Para abordar esta tarea es necesario aplicar criterios de selección rigurosos y utilizar herramientas que la faciliten.