¿Qué más podemos hacer?

La visibilización de la biblioteca en el centro mediante medios no digitales, puede potenciarse fundamentalmente a través de dos cauces: la realización de actividades y la utilización de medios para la difusión.

Actividades

Todo suma y las actividades ordinarias organizadas por la biblioteca escolar por supuesto que también, pero hay algunas que específicamente pueden impulsar su conocimiento.

  • Jornadas de acogida: si el centro las organiza, la biblioteca debe participar; si no es así, es aconsejable que las realice por sí misma para que el nuevo alumnado la conozca lo antes posible. La convocatoria puede realizarla la propia mascota, si existe.
  • Reuniones con las familias: para explicar el funcionamiento, proponer actividades, pedir su colaboración y recoger sugerencias.
  • Reuniones de coordinación con responsables de ciclo o departamento: son indispensables para organizar el trabajo y para transmitir qué puede aportar la biblioteca.
  • Reuniones con el profesorado que participa en actividades concretas: muy necesarias para establecer la colaboración, sirven también para satisfacer sus necesidades informativas y estrechar vínculos.
  • Celebración anual de la semana de la biblioteca.
  • Acciones de difusión de actividades concretas: clubes de lectura, talleres...
  • Establecimiento de la figura de ayudante de biblioteca: puede ser rotatoria y es una excelente manera de implicar al alumnado.

Medios para la difusión

  • Presencia en los espacios informativos del centro: directorio, tablones de anuncios, revista o periódico escolar, radio, etc.
  • Colocación de un buzón de sugerencias: es una de las mejores formas de detectar necesidades, de obtener retroalimentación por parte de la comunidad. Pero la comunicación debe ser bidireccional, por lo que, en la medida de lo posible, se debe responder a las demandas sin demora.
  • Boletines de novedades: aunque se publiquen en los espacios en la red de la biblioteca, siempre es conveniente disponer de ejemplares en papel.
  • Hojas informativas de carácter específico para la difusión de servicios concretos, como el de préstamo.
  • Elaboración de notas de prensa: que la biblioteca aparezca en los medios locales siempre es buena noticia y además de dar a conocer sus actividades, ayuda a crear sentimiento de pertenencia.
  • Uso de expositores y tablones de anuncios: son lugares en los que destacar la información más relevante y de actualidad.
  • Elaboración de carteles informativos: exposiciones, celebraciones de días señalados, visitas de autores y autoras...
  • Elaboración de carteles para difundir partes específicas de la colección: materiales para preparar viajes, para aprender idiomas, lecturas para el verano...
  • Elaboración de materiales publicitarios: pegatinas, marcapáginas...

Mención aparte merece la guía de la biblioteca, elemento imprescindible en toda política de difusión, de la que nos ocuparemos más adelante.

¿Y qué tal un poco de marketing de guerrilla? Echémosle imaginación, sorprendamos para atraer.