Uno de los principales desafíos de la educación se encuentra en la capacidad de los sistemas
educativos para dar respuesta a las exigencias de un proceso educativo exitoso para todos, en
el sentido de que todos los estudiantes estén en condiciones de lograr un aprendizaje relevante
a lo largo de su vida escolar. Se considera que la orientación es un factor esencial que contribuye,
entre otros objetivos, a asegurar una educación de calidad para todo el alumnado y, en este
sentido, la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación y la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación reconocen la orientación educativa y profesional
como un derecho de todo el alumnado.