La evaluación global del Proyecto

Diseñar y dar vida a un proyecto de aprendizaje implica muchas horas de trabajo, la dedicación de un buen número de personas, el trabajo de muchos estudiantes y quizás sus familias y otros agentes externos. Es probable que nuestro proyecto de aprendizaje requiera algún tipo de presupuesto para poder movilizar recursos que no estén presentes en el aula o simplemente para poder salir de ella. Se necesitan permisos, llamadas de teléfono, cartas, informes, planes, programaciones, rúbricas, evidencias... En resumen, un proyecto de aprendizaje supone un trabajo intenso por una buena causa: contribuir de manera efectiva al desarrollo de las competencias básicas de nuestro alumnado.

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Imagen: mastrobiggo con licencia CC by-nc-sa 2.0

Sin embargo, el volumen de trabajo de un proyecto nos debe hacer pensar que es necesaria una evaluación del proyecto de tal forma que podamos determinar si el esfuerzo ha merecido la pena. Cualquier empeño serio y profesional, y el Aprendizaje basado en Proyectos lo es, debe ser objeto de una evaluación que permita dilucidar si se han alcanzado los objetivos planteados por el proyecto, si éste ha cumplido con las expectativas, si los participantes están satisfechos y si han surgido problemas o dificultades a lo largo del proyecto que deban ser corregidas para futuros proyectos.

En concreto, algunos aspectos del proyecto que pueden ser objeto de evaluación son:

  • definición de objetivos, competencias, contenidos y actividades a desarrollar a lo largo del proyecto
    • ¿Había una clara correlación entre todos estos elementos del diseño del proyecto?
    • ¿Se han conseguido los objetivos previstos?
    • ¿Han estado disponibles y han sido suficientes los recursos previstos?
  • análisis del desarrollo del proyecto
    • ¿Se han realizado todas las fases del proyecto?
    • ¿Se han cubierto los puntos críticos del proyecto?
    • ¿Se ha alcanzado el producto final esperado?
  • análisis del impacto y la satisfacción de los participantes
    • ¿Se observa algún cambio en los estudiantes entre el inicio y el final del proyecto?
    • ¿Están los participantes directos en el proyecto satisfechos?
    • ¿Están los participantes indirectos (familias, resto del profesorado, dirección del centro y otros agentes externos) satisfechos con el desarrollo del proyecto?

Para esta evaluación disponemos fundamentalmente de dos herramientas:

  • Cuestionarios, encuestas o entrevistas
  • Análisis de los productos realizados a lo largo o al final del proyecto

En ambos casos la evaluación del proyecto debe conllevar el análisis de los datos, su interpretación y la elaboración de un informe o bien para su publicación (como veremos más adelante) o bien para ser archivado junto al resto del material del proyecto.

Por último, considerar la importancia de una evaluación externa siempre es una señal de calidad en cualquier proyecto pues añade más objetividad al proceso y ofrece perspectivas diferentes al análisis y la reflexión.

 

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