La diversidad como valor

Las diferencias son una realidad incuestionable que se da en el alumnado, los profesionales y los centros educativos. No obstante, la diversidad entre el alumnado quizá sea la más perceptible y a la que con más frecuencia nos referimos. A continuación nos centraremos en las concepciones que tenemos cuando nos referimos a las diferencias entre nuestros alumnos.

Durante mucho tiempo se ha buscado la homogeneidad como una meta, como un fin. Desde criterios normativos, se ha pensado que muchos alumnos y alumnas que no se ajustaban a los estándares establecidos se debían considerar “con dificultades de aprendizaje”.

En la actualidad, al oír “diversidad” muchos docentes piensan en aquellos que son discapacitados, alumnado de otras culturas y religiones… la diferencia se convierte en sinónimo de “resto”, es “lo que le falta a esto para llegar a ser aquello”, es “la deficiencia, la minusvalía o la anormalidad”que hace que no se sea eficiente, válido o normal.

Como nos apunta López Melero (2001), reconocer la diversidad como un valor y no como un defecto implica romper con la clasificación y la norma, supone plantearnos una necesaria profesionalización del docente para la comprensión de la diversidad y requiere pensar en un currículo que, ahondando en las diferencias del alumnado, erradique las desigualdades a la vez que haga avanzar la justicia escolar ofreciendo prácticas educativas simultáneas y diversas. Reconocer, por ejemplo, las diferencias biológicas de los distintos grupos humanos significa, primero descubrirlas a los ojos de los alumnos, y después valorarlas como signos de identidad propia y genuina que nos enorgullecen, de forma que se puedan contrarrestar las influencias del racismo que hace creer a  algunos alumnos que determinados signos o rasgos físicos son superiores a otros. Es decir, no basta con reconocer y aceptar los alumnos de diferentes capacidades, intereses, culturas, etc. sino que debemos ser conscientes, además, del enorme valor de todos ellos para construir espacios de aprendizaje.

diversidad como valor
Cada uno de nuestros estudiantes tiene un inmenso peso para diseñar nuestra planificación docente Fuente: Banco de imágenes del ITE.

Para saber más

¿A qué se denomina diversidad cultural?
Encontrarás la respuesta en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural aprobada por unanimidad por los 185 estados miembros en el año 2001.

Por tanto, la diversidad debería ser entendida como el conjunto de características que hacen a las personas y a los colectivos diferentes en relación con factores genéticos, físicos, culturales, etc. y la desigualdad como aquellos procesos que establecen jerarquías en el saber, el poder o la riqueza de las personas o colectivos.

Jiménez y Vila (1999) consideran fundamental asumir y valorar la diversidad como parte de la realidad educativa por cuatro motivos:

  • La diversidad es una realidad social incuestionable. La sociedad en que vivimos es progresivamente más plural en la medida que está formada por personas y grupos de una gran diversidad social, ideológica, cultural, etc.
  • Si el contexto social es pluricultural, la educación no puede desarrollarse al margen de las condiciones de su contexto socio-cultural y debe fomentar las actitudes de respeto mutuo.
  • Si aspiramos a vivir, crecer, y aprender en una sociedad democrática (participación, pluralismo, libertad, justicia) la educación debe asumir un proceso de cambio y mejora en este sentido.
  • La diversidad entendida como valor se convierte en un reto para los procesos de enseñanza-aprendizaje que amplían y diversifican sus posibilidades didáctico-metodológicas.

Los modelos que adoptamos como referencia para analizar y organizar la realidad escolar están íntimamente relacionados con la valoración de cualquiera de las diferencias inherentes al ser humano (género, identidad, capacidad, etnia, etc.). Cela, Gual y Márquez (1997) plantean que la diversidad puede venir determinada por tres grandes dimensiones:

  1. Social: procedencia geográfica y cultural, nivel socioeconómico, rol social.
  2. Personal o física: herencia o modelos culturales impuestos.
  3. Psicológica: ligada a los procesos de enseñanza-aprendizaje (conocimientos previos, estilos y hábitos de aprendizaje, formas de establecer la comunicación, ritmos de trabajo, etc.)

diferentes estilos aprendizaje
Cada estudiante tiene un estilo de aprendizaje diferente. Fuente: Banco de imágenes del ITE.