Profesional reflexivo

Reflexionar sobre las prácticas: cambio cultural y cambio conceptual

Como señalábamos antes, la reflexión sobre nuestros supuestos y concepciones es central en el análisis de la cultura escolar. Por ello, es pertinente que en un proceso de formación docente como el que estamos desarrollando en este Curso, exista un componente de práctica reflexiva que permita explicitar progresivamente el contenido de nuestras concepciones más implícitas. El conocimiento resultante de esta reflexión conjunta puede orientar de modo más acertado nuestras prácticas al desarrollar explicaciones más complejas sobre el aprendizaje.
Esta perspectiva se fundamenta en el hecho de que las representaciones adquiridas por procesos de aprendizaje implícitos, como aquellos que suelen dar forma y sentido a la cultura de una escuela, sólo cambian en la medida en que se desarrollan procesos de explicitación y articulación de aquellas representaciones implícitas en otras más complejas. Este proceso debería permitir a los docentes la explicación de los éxitos y dificultades en el aprendizaje, mediante nuevas teorías y razonamientos, que provean de nuevos significados a nuestra práctica cotidiana como docentes.
Pero ello requiere, además, tal cómo hemos visto en los estudios revisados en éste y otros Módulos, la puesta a prueba de nuevas prácticas educativas que respondan efectivamente a la diversidad de los estudiantes. Aún cuando puedan existir resistencias por parte del profesorado, es necesario impulsar la innovación, superando aquellas prácticas que sean poco eficaces y que promuevan la inequidad. En este sentido, la propuesta de este Curso es fomentar en los participantes la capacidad de liderar procesos de cambio que se requieren para avanzar hacia la inclusión. En este sentido, es clave la idea de liderazgo distribuido y transformacional en las comunidades educativas, donde distintos actores puedan asumir diferentes aspectos del liderazgo de la escuela, contribuyendo a cambiar la cultura hacia nuevos horizontes.


El diálogo reflexivo es fundamental para mejorar nuestras prácticas mediante la explicitación de nuestro pensamiento en torno a ellas.
Fuente: Ministerio de Educación.
Nuestra propuesta es desarrollar las competencias para la reflexión sobre la acción, que permitan cuestionar los supuestos subyacentes al mismo tiempo que los efectos concretos de nuestras prácticas en los estudiantes.
Nosotros creemos que poner en práctica los principios de la inclusión educativa supone el cambio de algunas de nuestras teorías implícitas acerca de la diferencia y la desigualdad, tal como hemos visto en el módulo 2. Estas teorías provienen muchas veces de paradigmas dominantes en la cultura, ya sea de la escuela, de la sociedad o del país donde vivimos.
Un ejemplo de ello lo constituyen los paradigmas sociales o culturales sobre las diferencias individuales y la discapacidad. La contradicción entre el modelo médico, desde el que se concibe la discapacidad como un problema individual que precisa una respuesta correctiva e individual y el modelo social es clave para entender las nuevas propuestas de inclusión educativa. Carrington (1999) resume el modelo médico como aquel que «trata la discapacidad como una enfermedad y la diferencia como una desviación social». En contraposición, desde un modelo social entendemos que las dificultades para aprender pueden también ser barreras presentes en la escuela que limitan el aprendizaje de los estudiantes.

En la siguiente tabla, observa ambas columnas de afirmaciones y reflexiona acerca de cuál conjunto de supuestos se encuentra más cercano a tu pensamiento.


PARADIGMA “A”
PARADIGMA “B” 
El propósito de la escolarización en una sociedad democrática es permitir a los niños progresar a partir de su propia habilidad y talento. El propósito de la escolarización en una sociedad democrática es extender los beneficios de la sociedad a todos los niños, preparándoles para que puedan acceder a esos beneficios.
El logro en las escuelas depende primordialmente del estudiante individual. El logro en la escuela está influido fuertemente por el ajuste de la escuela a los estudiantes.
El logro educativo se fortalece con la competencia y la evaluación comparativa entre estudiantes, escuelas, ayuntamientos, distritos, etc.
El logro educativo se fortalece por las condiciones de cooperación que reflejan confianza, apoyo y desafío entre profesores y alumnos.
Los estudiantes y profesores se motivan por lograr los objetivos escolares mediante incentivos.
 Los estudiantes y profesores se mantienen motivados en un clima emocional positivo.
Tipos de paradigma (adaptado de Vlachou, 2004)