Beneficios prácticos de la educación financiera

La capacidad financiera es una competencia básica para la vida.

Chica joven con cajas de mudanza para independizarse

Según la Comisión Europea:

“La educación financiera puede ayudar a los niños a comprender el valor del dinero y enseñarles a presupuestar y a ahorrar. Asimismo, puede dar a los estudiantes y a los jóvenes en general una preparación importante para vivir de manera independiente, por ejemplo, a la hora de gestionar y devolver préstamos para estudios, y también puede ayudar a los adultos a planificar acontecimientos importantes, como la compra de una vivienda o la decisión de ser padres. Además, puede ayudar a los ciudadanos a hacer las provisiones necesarias para hacer frente a situaciones imprevistas, a invertir juiciosamente y a ahorrar para la jubilación. Por otra parte, puede ayudar a evitar que sean víctimas de fraude al hacer sus pagos. Los que comprenden los problemas financieros eligen los servicios financieros que mejor se adaptan a sus necesidades particulares y están más predispuestos a hacer caso de los avisos de riesgos emitidos por las autoridades reguladoras. También es menos probable que adquieran productos que no necesitan, queden vinculados por productos que no comprenden o asuman riesgos que podrían crearles dificultades financieras.”

Comisión Europea, Financial Education  (COM(2007) 808 final, 2007)

En las definiciones y objetivos de la educación financiera se hace mucha referencia a la toma de decisiones financieras. En concreto, distintos estudios concluyen que los individuos con niveles bajos de educación financiera tienen menos probabilidad de:

  • planificar para la jubilación (Lusardi y Mitchell, 2006, 2008).
  • ahorrar y crear riqueza (Stango y Zinman, 2008).
  • participar en los mercados de valores (van Rooij, Lusardi, and Alessie, 2007; Yoong 2008; Christelis, Jappelli, and Padula, 2008).
  • elegir fondos de inversión con menos comisiones (Hastings and Tejeda-Ashton, 2008).
  • renegociar las condiciones de su hipoteca cuando bajen los tipos de interés (Campbell, 2006).

Igualmente, estos individuos tienen más probabilidad de:

  • elegir opciones de financiación de alto coste.
  • pagar mayores comisiones.
  • subestimar o sobreestimar su nivel de endeudamiento.

(Lusardi y Tufano, 2009)

La vida está llena decisiones financieras como estas, que tienen consecuencias. Saber sopesar los riesgos y beneficios de una alternativa u otra ayuda a los individuos y a las familias a aprovechar mejor las oportunidades y a conseguir sus objetivos. Una clientela bancaria más informada y responsable tiene más capacidad de negociación y podrá exigir productos y servicios que se ajusten mejor a sus necesidades, favoreciendo la competencia y la innovación del sector. Y mayores niveles de ahorro e inversión de las familias contribuyen al crecimiento de la economía en su conjunto.

El interesante estudio What Causes Suboptimal Financial Behaviour? An Exploration Of Financial Literacy, Social Influences And Behavioural Economics, concluye que los consumidores con mayores niveles de educación financiera, comparados con aquellos con niveles bajos, tienden a:

  • Tener más ahorros;
  • Ahorrar más para la jubilación;
  • Gestionar mejor sus deudas.
  • Ser más prudentes a la hora de pedir financiación.
  • Tener objetivos financieros más realistas.
  • No sobrestimar sus capacidades y conocimientos (ejercen más cuidado en la valoración de riesgos).
  • Participar más en los mercados financieros.
  • Elegir productos financieros más adecuados a sus necesidades, evitando costes innecesarios.
  • Conocer mejor sus derechos como consumidores.
  • Comprender mejor los productos financieros y por lo tanto tener más capacidad de negociación con sus entidades financieras.
  • Planificar mejor sus finanzas personales, al seguir un presupuesto y saber controlar sus gastos.
  • Tener una cobertura adecuada de seguros (ni infraseguro ni sobreseguro).
  • Disfrutar más de la vida (porque tienen mejor relación ingresos/gastos y por lo tanto más dinero disponible).

(Capuano y Ramsay, 2011, Universidad de Melbourne)

A la izquierda, pareja estresada con problemas financieras, a la derecha pareja disfrutando en la playa

Los beneficios van más allá de los aspectos económicos. La salud financiera de un individuo afecta a su salud física, su seguridad, su productividad, su autoestima y sus relaciones personales. El estrés debido a problemas financieros está relacionado con mayores niveles de infarto cardíaco, úlceras y otros problemas gastrointestinales, migrañas, depresión y trastornos musculares, y los problemas económicos figuran entre las principales causas de divorcio y separación de parejas.

Los docentes necesitamos saber comunicar a los alumnos cómo una mayor competencia financiera puede mejorar sus vidas. Es importante que se relacionen los temas a estudiar con beneficios personales como:

  • Independencia.
  • Posibilidad de vivir el estilo de la vida que se desea.
  • Libertad.
  • Seguridad.
  • Tiempo libre para disfrutar.
  • Poder ayudar a los demás.