El ahorro como gasto fijo obligatorio

El objetivo del presupuesto es ajustar los gastos para poder ahorrar más. El ahorro es fundamental. No importa el nivel de ingresos; quienes no ahorran, o no ahorran lo suficiente, están condenados a vivir mes a mes de forma precaria. Uno de los principales objetivos de cualquier programa de educación financiera es aumentar el nivel de ahorro de los receptores, sean niños o adultos.

Ingresos menos gastos = Ahorro

La estrategia de ahorro utilizada por la inmensa mayoría de individuos y familias es procurar no gastar todos los ingresos y ahorrar lo que sobra a fin de mes, si es que sobra algo. Esta estrategia no funciona. Así pueden pasar meses y años sin que se llegue nunca a juntar lo suficiente para conseguir los objetivos importantes. Cuesta ahorrar porque a lo largo del mes hay demasiadas oportunidades para gastar. Como veremos en el bloque sobre la psicología en las finanzas personales, nuestras buenas intenciones para el largo plazo no siempre se reflejan en nuestro comportamiento diario.

¡Págate primero!

La regla número uno para gestionar tus finanzas es siempre gastar menos de lo que ingresas. La regla número dos es pagarte primero a ti mismo/a. Piénsalo. Te cuesta mucho trabajo ganar tu sueldo, pero luego lo gastas pagando a los demás: el banco, las compañías de luz, gas, y teléfono, los supermercados, los colegios, las gasolineras… y te contentas con recoger unas migajas cuando puedas. Es tu dinero. ¿No te mereces algo más?

Pizarra con mensaje: no ahorres lo que te queda después de gastar; gasta lo que te queda después de ahorrar.Adquiere el hábito de destinar SIEMPRE un porcentaje de tus ingresos al ahorro, al principio de mes, ANTES de poder gastarlo en otros conceptos. Considera el ahorro como un gasto fijo obligatorio dentro de tu presupuesto.

No ahorres lo que te queda después de gastar. Gasta lo que te queda después de ahorrar.

Algunos expertos aconsejan destinar, como mínimo, el 10% de los ingresos mensuales al ahorro; otros dicen que debería ser al menos el 20% o más. Cuanto más se ahorra, antes se podrán lograr los objetivos, pero no importa tanto la cantidad, sino el compromiso de apartar algo cada mes, todos los meses, aunque sean cinco eurillos. Se trata de un hábito. De hecho, el ahorro regular y sistemático es quizá el hábito financiero más importante que una persona puede adquirir y fomentar a lo largo de su vida.

Esto es así para todo el mundo: niños que cobran su paga semanal, jóvenes que empiezan ahora a trabajar y tener ingresos, familias que han tenido que utilizar sus ahorros para superar la crisis económica, cualquier persona, sea cual sea su nivel de ingresos o etapa de su vida.

Cuanto más automatizado sea este proceso, mejor. Si tu entidad de crédito permite transferir, automáticamente y cada mes, una cantidad desde la cuenta que utilizas para tus pagos habituales a otro producto dedicado al ahorro, no dependerás de tu fuerza de voluntad y te acostumbrarás a no contar con ese dinero. Si no, es cuestión de adquirir el hábito de realizar tú este traspaso al principio de cada mes.

Es un error esperar a tener ingresos mayores para empezar a ahorrar. Muchos dicen que es imposible ahorrar porque sus sueldos son bajos y tienen muchos gastos. No te engañes. Lo habitual es que con un aumento de ingresos, las necesidades percibidas también aumentan. Si no tienes el hábito de mantener tus gastos por debajo de tus ingresos y ahorrar cada mes, aunque sea poco, tampoco lo tendrás cuando suban tus ingresos.

Vídeo (YouTube) - Capítulo 03: Querer es ahorrar, ahorrar es querer - (FinanzasparatodosESP) - (03:25)