El presupuesto fácil

Es indiscutible el beneficio de seguir un presupuesto y se trata de un concepto clave de la educación financiera. Recomendamos seguir los pasos descritos hasta ahora para tener una buena visión de las entradas y salidas de tu dinero y detectar agujeros y posibles recortes. Pero la realidad es que resulta tedioso llevar este control de forma manual, todos los días, todos los meses. Lo más fácil es automatizar el proceso con un programa o app que enlace con la cuenta bancaria. Hay muchos en el mercado. Obviamente, este consejo es para adultos y no para los alumnos.

Si aún así te parece demasiado trabajo llevar un presupuesto, una alternativa “apta para vagos” es simplemente apartar un porcentaje de los ingresos al principio de mes para el ahorro y destinar el resto al conjunto de gastos.

Dependiendo de los objetivos se puede seguir una proporción de ahorro/gastos de 10/90, 20/80, 30/70… No proporciona el mismo control sobre todos los gastos, pero hay más probabilidad de ponerlo en práctica. Ahora bien, para no quedarte a medio mes sin dinero, hace falta identificar y cuantificar todos tus gastos en un primer paso.

El sistema de sobres puede ayudar a los niños pequeños a comprender los conceptos de planificación y presupuesto. Al recibir dinero de la paga, regalos, etc. deben dividirlo en 2-3 sobres (o tarros o huchas…): uno para ahorrar, otro para gastar y otro opcional para donar (solidaridad). Así pueden ver como se va disminuyendo el dinero disponible con cada compra que realizan. Si se acaba tienen que esperar a la siguiente paga para poder comprar más. En el sobre destinado al ahorro, pueden dibujar o pegar fotos de sus objetivos.

Con la edad, a medida que asumen mayores responsabilidades, se puede aumentar el número de sobres para clasificar y priorizar los gastos.
Este método ayuda a fomentar hábitos positivos de control de gastos y el ahorro sistemático, desde edades tempranas.

¿Cómo podrías adaptarlo a una actividad para tu clase?