Opciones de financiación

Casa de juguete encima de fajos de euros
Finanzas para Todos
(CC BY-NC-SA)

La opciones de financiación se pueden clasificar en dos grupos principales:

1.    Aquellas operaciones que consisten en la entrega de una determinada cantidad de dinero (“capital” o “principal del préstamo”) de una entidad (el prestamista), con el compromiso de devolver dicha cantidad y los intereses correspondientes, habitualmente mediante pagos periódicos (las llamadas cuotas).

En esta categoría están los préstamos bancarios (préstamos hipotecarios y préstamos de consumo), así como los préstamos y aplazamiento de pagos de otras entidades financieras y comerciales, que van unidos a la compra de un producto o servicio concreto, como un coche, un electrodoméstico o la renovación de la cocina.

La entidad nos adelanta el dinero y lo vamos devolviendo mediante cuotas periódicas. Los intereses se calculan sobre el total del dinero prestado (en concreto sobre el capital vivo, que es la cantidad que queda por devolver) y están incluidos en la cuotas.

Tarjeta de crédito
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2.    En operaciones de crédito renovable, también llamado crédito “rotativo”, el acreedor pone a disposición del cliente (el acreditado) un límite de dinero que este último puede utilizar para cualquier concepto, a medida que lo vaya necesitando, en cualquier cantidad, hasta el límite establecido. El cliente debe devolver la cuantía dispuesta, así como los intereses y las comisiones, en los plazos acordados, pudiendo devolver parcial o totalmente el importe dispuesto antes de su vencimiento. En este último caso puede volver a disponer del importe, sin pasarse del límite, durante la vida del crédito, si así se ha pactado.

Solo se pagan intereses por las cantidades dispuestas, y no por el límite disponible (además de posibles comisiones y gastos).  Las tarjetas de crédito y las líneas de crédito para empresas son ejemplos de crédito renovable.

Fuentes:
Visa Europa
El Portal del Cliente Bancario
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