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Las tarjetas de crédito, a diferencia de las tarjetas de débito, son productos de financiación. Cada pago que realizas con una tarjeta de crédito es una deuda que contraes. Solo se pagan intereses sobre los saldos pendientes de pagar.
Las tarjetas de crédito admiten básicamente dos formas de pago, con características y costes diferentes:
- Pago mensual por la totalidad: Es la modalidad de pago más sencilla y económica. Todos los pagos efectuados durante el mes se pagan al final de mes o al mes siguiente. Como se cancela la deuda total cada mes, no se pagan intereses.
- Pago aplazado: En vez de pagar toda la deuda cada mes solo se paga una parte. Hay mucha flexibilidad para decidir cuánto pagar, pero siempre existe un mínimo, que puede ser:
- Un porcentaje de la deuda
- Una cantidad fija
El resto del saldo pendiente genera intereses. Pagar solo el mínimo permitido es la forma más cara de utilizar una tarjeta de crédito.