El ruido del aprendizaje

Un murmullo en el aula que no es disruptivo

Normalmente se busca que las aulas sean espacios con pocos ruidos para facilitar la concentración en las tareas y las explicaciones. Los ruidos suelen asociarse con momentos disruptivos que interrumpen la normal actividad de la clase, salvo momentos puntuales. Sin embargo, en los Grupos Interactivos se da un murmullo que en un primer momento puede sorprender, pero en seguida asociaremos al aprendizaje. El grupo no está hablando por hablar o de otros temas no relacionados con la tarea. Al contrario, el grupo está concentrado en la tarea, hay un diálogo en el grupo de intercambio de explicaciones, argumentos, de ayuda mutua y otras muestras solidarias para lograr que todo el mundo aprenda.

 

La primera impresión al entrar en un aula interactiva es de cierto desasosiego. Demasiados alumnos y alumnas hablando, con un ruido de fondo algo inquietante, acostumbrados los docentes al silencio de nuestras clases magistrales, por fortuna cada vez más en desuso. Una observación más detallada nos hace comprender que ese “ruido” no es sino un diálogo entre los alumnos, canalizado en cada grupo por el voluntario de turno que va dinamizando el intercambio de información. Todos los chicos están implicados en el proceso, de modo que ninguno queda excluido o relegado, trabajando alguna ficha de adaptación como suele suceder en las aulas normales (Sánchez, 2011, p.3).

Referencias

Sánchez Gómez, J.L. (2011). Actuaciones Educativas de Éxito. Revista Escuela. Especial Comunidades de Aprendizaje. Herramientas de trabajo para el profesorado, 1(octubre), 3-4.