Elementos de la ciudadanía digital

3. Etiqueta digital

La etiqueta digital o netiqueta son las normas de comportamiento general en Internet. La Red tiene sus peculiaridades en cuanto a la comunicación entre personas, eso hace que tenga también unas normas especialmente adaptadas a la convivencia. Podemos destacar los siguientes factores como determinantes de estas reglas:

  1. Los tiempos de respuesta son extraordinariamente cortos.
  2. Anonimato. La posibilidad de crear perfiles falsos con nombres inventados hace que muchas veces se pueda actuar sin que el otro sepa quién es realmente. 
  3. Alexitimia digital. De forma similar a como sucede con el trastorno mental, llamado alexitimia, que dificulta el captar y expresar emociones y sentimientos, la comunicación a través de medios digitales muchas veces carece también de esa capacidad. Cuando la comunicación es textual se pierde totalmente la capacidad de expresar sentimientos a partir de la corporalidad, como los movimientos y gestos de las manos o la expresión de la cara.
  4. Interculturalidad. Por primera vez en la historia de la humanidad es posible la conversación simultánea desde lugares opuestos de la Tierra, eso hace también que puedan confluir en una misma conversación, ya sea de Twitter, Instagram, Facebook, Telegram o WhatsApp, personas de culturas distintas, con formas distintas de interpretar las palabras y los sucesos cotidianos entre los que estamos acostumbrados a convivir diariamente con nuestros vecinos.

La netiqueta aparece como un medio de regular la comunicación, sobre todo la textual, como un modo de evitar los malentendidos y evitar ofender o molestar a otros. En los inicios de Internet se hicieron muy populares las listas de correo y los grupos de noticias donde eran frecuentes las peleas y los enfados. Entonces se hizo evidente que había unas normas que habría que seguir si se quería que el sistema de comunicación fuese útil. Estas normas varían de uno a otro servicio particular, pero podemos sugerir algunas que deberían ser seguidas la mayoría de las veces, si no todas.

Muchas veces se mezclan las normas de seguridad, que serán tratadas en otro bloque de este mismo curso, con las de comportamiento, cuando en realidad son cosas totalmente diferentes. A continuación hacemos una selección de normas básicas de conducta que nos ayudará a ser un mejor ciudadano digital.

Normas de conducta

  1. Nunca debemos olvidar que al otro lado hay un ser humano, hay que tratar de no herir sus sentimientos, ponerse en el lugar de la otra persona y preguntarse si desearíamos que nos tratasen como lo hacemos con él. Los alumnos deben tener muy claro que el hecho de no ver en ese momento aquel a quien escriben no significa que lo que digan va a causar menos impacto en él.
  2. Internet no es un mercado libre de productos gratuitos. Lo que es ilegal en el mundo real, también lo es en Internet. Del mismo modo que no enseñamos a nuestros alumnos y alumnas a robar en las tiendas, sino todo lo contrario, también debemos enseñarles a usar responsablemente los recursos de la red, evitando las descargas ilegales o el uso de ciertos trucos para no pagar servicios que son de pago. La honradez y la responsabilidad han de ser nuestra forma de conducta tanto dentro como fuera de la Red. Es necesaria la educación activa en este campo donde el respeto por los demás sea el hilo conductor.
  3. Hay que cuidar el estilo con el que escribimos, ya que muchas veces es lo único que los otros percibirán de nosotros:
    1. Vigilar la ortografía, especialmente en los mensajes enviados con el móvil, la tendencia es a acortar los mensajes con abreviaturas y a prescindir de los acentos.
    2. Evitar escribir con mayúsculas. LAS MAYÚSCULAS SE UTILIZAN PARA GRITAR.
  4. Hay que ayudar a mantener los debates sanos y en un tono educativo. Debemos evitar las provocaciones y participar activamente para que no se produzcan entre otros.
  5. Los mensajes de correo que enviemos deben ir precedidos de un saludo y una despedida al final del mismo.
  6. El asunto de los mensajes de correo electrónico debe reflejar el motivo de los mensajes que enviemos. Si mandamos un mensaje por correo a nuestros alumnos para que traigan determinado material a clase, es mejor un asunto del tipo: Material para la clase de biología que algo menos descriptivo como: Biología.
  7. Cuando recibamos un mensaje de correo al que debamos responder, se considera un plazo razonable de respuesta hacerlo entre 24 y 48 después de recibirlo. Desgraciadamente, esto no se aplica a los programas de mensajería como WhatsApp o Telegram, donde el plazo es mucho menor, del orden de 1 a 3 horas como mucho. En un contexto educativo deberemos valorar los tiempos de respuesta de forma particular. Responder un mensaje que nos manda un alumno dos días después de hacerlo no tiene sentido, ya que lo habremos visto con antelación.
  8. No reenviar mensajes a no ser que sea necesario. Vivimos en la época del reenvío de mensajes porque nos parecen graciosos, simpáticos o "por si acaso" lo que dicen es verdad. La realidad es que uno de los motivos de cansancio en la comunicación electrónica es la afluencia masiva y continua de mensajes intrascendentes, falsos y que no aportan nada. Si reenviamos algo que sea porque es necesario que el que lo reciba lea ese mensaje. Evitemos los mensajes de tipo cadena y, sobre todo, aquellos que dicen que hay que reenviarlos al mayor número de personas.
  9. Antes de enviar un mensaje en una red social o grupo de mensajería debemos pensarlo dos veces, llegará inmediatamente a sus destinatarios y aunque podemos borrarlos si nos arrepentimos casi con seguridad ya habrá sido leído por más de uno. Lo mismo sucede con los vídeos e imágenes. Procuremos no enviar material gráfico que pueda ofender o del que nos podamos arrepentir más adelante. Una buena guía es pensar si colocaría esas imágenes en el tablón de anuncios de clase o de la escuela. Debemos recordar que lo se se coloca en la Red, se queda en la Red. Una vez un texto o imagen abandona nuestro ordenador, tablet o teléfono móvil ya no tenemos más control sobre él, aunque nos parezca lo contrario.
  10. En los grupos y redes sociales debemos tener mucho cuidado con el sentido del humor, lo que nos parece gracioso o normal, a otros les puede parecer ofensivo o ridículo. Este es uno de los mayores motivos de desencuentro y enfrentamiento online: los malentendidos derivados de un uso diferente del lenguaje y su interpretación.
  11. En situaciones informales, al escribir en redes sociales podemos utilizar los emoticonos para reforzar los sentimientos que queremos transmitir. Como ya se ha indicado, uno de los problemas de la comunicación textual es la interpretación del tono con el que se está hablando.
  12. Nunca debemos crear perfiles falsos o que den una idea contraria de lo que somos.

Netiqueta en la escuela

Además de la netiqueta de carácter general y que todos deberíamos intentar respetar, hay ciertas normas que debemos aplicar nosotros mismos como docentes y ellos como alumnos, ya que son exclusivas del ecosistema docente en el que nos movemos a diario.

Docentes
Respetar los tiempos de trabajo y descanso de los alumnos. A no ser que esté pactado con anterioridad, no se debe enviar trabajo por sorpresa a casa a través de los medios digitales. La posibilidad de contactar con los alumnos fuera de la clase ha hecho que en los últimos tiempos algunos profesores puedan llegar a abusar de esta situación. Por ejemplo, sin previo aviso, un lunes por la tarde enviar un trabajo para entregar el martes. Es muy posible que no estén pendientes de nosotros o, si lo están, quizás no podrán dedicar las horas que les quedan para hacerlo, debido a que tienen otras obligaciones extraescolares.
Estas situaciones crean frustración en los alumnos y rechazo por parte de las familias que ven cómo el profesor interfiere en los horarios de la familia. Si enviamos tareas a los alumnos que tendrán que realizar en casa deberemos avisar siempre con antelación para que el alumno pueda prepararse y organizar su tiempo.
 
En la corrección de trabajos online, hay que tratar de enviar siempre una retroalimentación al alumno, es decir, algún comentario, anotación o aclaración que, preferiblemente de forma positiva, ayude al alumno en su aprendizaje.
 
Pactar con los alumnos la forma que tienen de comunicarse con nosotros fuera del horario escolar, si es que así lo queremos. Debemos darles una manera para que nos puedan hacer preguntas de la materia (correo, programa de mensajería que usemos con ellos, mensajes a través del servicio educativo que tengamos en nuestro Centro, etc.) o, por el contrario, dejar bien claro que no deben hacerlo.

Alumnos
Mantener la buena educación también en el medio digital. Es frecuente que los alumnos envíen correos al profesor que carecen de cualquier saludo o introducción de la situación. Mensajes de correo electrónico que contienen únicamente una frase del tipo: "¿Qué entra para mañana?" son los más habituales. Debemos enseñarles que las buenas maneras de saludar y despedirse también rigen aquí.
Cuando se está colaborando en un mismo documento o se tiene acceso a los documentos de otros compañeros de grupo hay que respetar el trabajo de todos ellos. Es frecuente ver como, por broma, borran o estropean el trabajo realizado por otros.
 
No copiar y pegar textos o imágenes en los trabajos sin citar al autor o la fuente. Hoy en día es muy frecuente copiar y pegar los trabajos de Internet, muchas veces sin pararse a pensar en lo que se está haciendo. Debemos enseñar a respetar la propiedad intelectual y a actuar en consecuencia.

Estrategias en la escuela
  • Dedicar tiempo en clase a trabajar las normas de netiqueta.
  • Crear las propias normas de respeto mutuo de la clase.
  • Provocar situaciones donde su uso sea crítico. Por ejemplo, compartiendo el mismo documento con toda la clase para que trabajen de forma simultánea o creando debates online que les motive a la discusión encendida a través de algún tema polémico.
  • Ser muy sensibles cuando se rompan las normas para poder rectificar al alumno/a.

Estrategias en la familia

  • Pactar unas horas diarias o semanales de Internet como uso lúdico. Especialmente las horas dedicadas a navegar sin un destino fijo por las redes sociales y a ver películas o series.
  • Evitar que el niño o adolescente se aísle de la familia en su habitación con el móvil o el ordenador. Buscar un lugar donde esté a la vista de los padres.

Para saber más: