Formación y colaboración en las redes sociales

4. Formación en las redes sociales

4.1. Grupos de profesionales

Sin lugar a dudas, un grupo de profesionales en una misma área de trabajo puede ser una estupenda forma de estar al día en el trabajo de cada uno.  Existen numerosos grupos en los que podemos estar en contacto con colegas de la misma profesión. 

Estos grupos pueden ser tremendamente útiles para mantenernos al día de aquello que nos interesa, ya que existen grupos prácticamente de cualquier aspecto que deseemos. Sin embargo, debemos tener presentes algunas cosas antes de apuntarnos a ellos.

  • Hay que limitar el número de grupos. Si los grupos son activos, con varios mensajes diarios, no podremos estar suscritos a más de 3 ó 4. Aunque al principio lo tomemos con muchas ganas, nos podemos ver rápidamente inundados de mensajes que se acumulan tras pocos días de no prestarles atención, con lo que se obtiene un resultado contrario al que se pretendía debido al exceso de información que no podemos manejar convenientemente, es la infoxicación. Esta sobrecarga informativa requiere un gran esfuerzo para llevarla y en muchos casos tiene como efecto el abandono de todos los canales de información que se están siguiendo. Por este motivo no solo es importante la selección de la red o redes sociales que utilizaremos, sino también de la cantidad de grupos y la actividad que tiene cada uno. Es imprescindible saber hacer una selección de unos pocos grupos que nos interesen para seguirlos y participar en ellos. Evitemos ya desde el primer día la peligrosa tendencia a unirnos a docenas de grupos, por interesante que sea su temática.
  • Elegir cuidadosamente las redes sociales. Por el mismo motivo que no es conveniente pertenecer a numerosos grupos, también es preferible que el número de redes sociales en las que participemos sea limitado y selecto. Si vemos que Twitter o MeWe cumplen con nuestras expectativas, no intentemos también seguir el ritmo de Facebook, Telegram y LinkedIn.
  • Controlar la calidad de los grupos a los que nos unimos. No hay nada peor que querer informarse de un tema en un grupo que supuestamente está dedicado a él y ver que cada dos mensajes, uno no tiene relación con la temática. Algunas veces los grupos que no tienen una gran cohesión acaban por variar el tema que les unía, cambiándolo por otro como la política, deporte, necesidades sociales, etc. Temas que son perfectamente legítimos, pero que no deberían tener cabida en un grupo profesional de temática concreta.

Recomendaciones para no morir por infoxicación:

  • Para los adultos que empiezan su andadura en las redes sociales, lo más sensato es iniciar un periodo de prueba en dos o tres de ellas.
  • Antes de apuntarse a uno de los grupos, si es posible, revisar los mensajes que se escriben en ellos, para ver si realmente son de nuestro interés, la frecuencia y si ha estado activo en los últimos días, ya que hay grupos que están muertos y abandonados. Seleccionar aquellos que estén activos y con una frecuencia de unos pocos mensajes diarios.
  • Si el grupo al que nos apuntamos es hiperactivo, lo cual es frecuente en algunos grupos de Facebook con miles de usuarios, desactivar todas las notificaciones del mismo, ya sean por correo, alerta en el móvil o ventanas emergentes del navegador. Estos grupos los podremos visitar regularmente cuando nos interese, marcando nosotros el ritmo del tiempo que les dedicamos.
  • En las redes sociales tradicionales, las que no están basadas en mensajería instantánea, un buen grupo para poder seguir estará formado por varios cientos de personas, hasta unos pocos miles y la frecuencia de mensajes situada sobre unos diez o veinte diarios. Más mensajes suelen ser difíciles de seguir cada día y menos no suelen aportar información relevante, ya que suelen ser grupos con una baja motivación.
  • Las redes sociales basadas en la mensajería instantánea, como Telegram y WhatsApp, suelen descontrolarse en determinados momentos especialmente activos con cierta facilidad. Estas redes, además, por el hecho de recibir notificaciones en el móvil cada vez que alguien publica algo son mucho más propensas a la infoxicación y al cansancio. Por este motivo, los grupos óptimos suelen ser más reducidos, en torno a las 100 o 200 personas. Cuando el grupo se vuelve hiperactivo siempre existe la posibilidad de desactivar las notificaciones durante algunas horas, algo que debemos acostumbrarnos a hacer para evitar ser interrumpidos continuamente.
  • Lógicamente, podremos encontrar grupos que no se adaptan a estos parámetros y que puede ser realmente interesantes, la experiencia nos dirá cuáles son y los que merecen la pena.


Estrategias en la escuela

  • Debatir en clase el problema del exceso de información y la forma de seleccionar aquello que nos interesa realmente, dejando de lado lo secundario, es decir, seleccionar nuestras fuentes para reducir su número.