Como hemos citado anteriormente, en el preámbulo de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre (LOMLOE), se describe la finalidad del sistema educativo, como aquella que ha de establecer un renovado ordenamiento legal, que aumente las oportunidades educativas y formativas de todos los ciudadanos independientemente de sus características y capacidades, contribuyendo así, a la mejora de los resultados académicos, la inclusión, la equidad y el derecho a recibir una educación de calidad en igualdad de condiciones. En este marco, se establecen los objetivos principales de la LOMLOE, como se identifican en la presentación "Una ley de educación para el siglo XXI" en la que el Ministerio de Educación y Formación Profesional muestra los elementos principales del proyecto de ley LOMLOE, así como las razones que justifican la actualización de la ley de educación. En el gráfico se enuncian los principales objetivos recogidos en dicha presentación:
A continuación, desarrollamos algunos aspectos de los mismos:
Los objetivos establecidos por la LOMLOE fijan el contexto en el que se desarrolla el nuevo modelo de currículo. Se plantea un diseño acorde con la adquisición de competencias, abierto y flexible, con una estructura manejable e integrado al servicio de una educación inclusiva y equitativa, que valore la diversidad y mejore la calidad de la educación para todo el alumnado. Además, la ley, apuesta por profundizar en el enfoque competencial del aprendizaje y de la enseñanza. Este enfoque competencial está reflejado en los documentos curriculares desde 2006 con la promulgación de la Ley Orgánica de Educación, LOE. Para garantizar el éxito de una educación basada en competencias se considera necesaria una actualización del currículo y de sus propios elementos. Por ello, la LOMLOE realiza una fuerte apuesta por concretar sus intenciones educativas mediante un nuevo componente del currículo denominado Perfil de salida del alumnado al término de la enseñanza básica, entendido como la identificación de las expectativas de adquisición y desarrollo de las competencias clave (desarrolladas en el libro 2 del bloque 1) necesarias para que, al finalizar dicha etapa educativa, el alumnado pueda afrontar satisfactoriamente los retos del siglo XXI. En este sentido, se puede decir que el Perfil de Salida es el elemento esencial para conectar las competencias clave con la realidad del alumnado, vinculándolas con situaciones problema presentes en su vida cotidiana, a la par que proporciona a los docentes un referente para el diseño de situaciones de aprendizaje relevantes y significativas.
A este respecto, la apuesta por profundizar en el enfoque competencial y llegar a la realidad de las aulas pasa por definir los aprendizajes esenciales de la educación básica, es decir, lo que hay que aprender y cómo hay que hacerlo durante la educación primaria y la educación secundaria, en términos de competencias específicas, criterios de evaluación y saberes básicos específicos de áreas o materias, elementos curriculares que desarrollaremos en el bloque 2 del curso. Así mismo, hay que destacar que las competencias específicas de área o materia proporcionan, por una parte, el engarce con el perfil de salida del alumnado en su doble vertiente (con las competencias clave y con situaciones o actividades asociadas a los retos del siglo XXI) y, por otro, son el punto de referencia para la formulación de los otros componentes curriculares, como son los criterios de evaluación y los saberes básicos propios del área o materia.
Por tanto, la educación del siglo XXI debe plantear y afrontar unos objetivos básicos que constituyen el marco de referencia esencial en el que han de contextualizarse y desarrollarse los ejes transversales de la Ley, como despertar en el alumnado el interés y el estímulo por los aprendizajes, conseguir una formación personalizada y construir una sociedad desde unas relaciones sociales, más humanas, más libres y más solidarias. Además, esta transversalidad presente en el currículo escolar, nos lleva a una nueva organización de los aprendizajes, distinta a la tradicional y en la que, inevitablemente, se ven implicadas las distintas áreas y materias.
En la presentación "Una ley de educación para el siglo XXI" en la que el Ministerio de Educación y Formación Profesional muestra los elementos principales del proyecto de ley LOMLOE, se exponen los cuatro ejes transversales de esta propuesta, representados en este gráfico:
Ejes transversales de la LOMLOE.
Elaborado por el Área de Formación en Línea y Competencia Digital Educativa. Licencia CC BY-SA
Descripción textual de la infografía