La evaluación en la práctica del sistema. Evaluación institucional.

2. Evaluando competencias a partir de las situaciones de aprendizaje

2.2. Educación Primaria


Para la Educación Primaria, contamos con la situación de aprendizaje: “El bosque de la concordia”, en la que aparecen bien detallados todos los apartados que se deben abordar para alcanzar, progresivamente, las competencias clave y específicas determinadas en el Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.  

Para facilitar la evaluación de competencias ya mencionada, aparecen a continuación las competencias contempladas en el perfil competencial de la Educación Primaria a las que se dirige esta situación de aprendizaje, al igual que la competencia específica 2, que se corresponde con el tema que se trata y, por fin, los criterios de evaluación a través de los cuales se comprobará qué nivel de competencia ha alcanzado.



Como es fácil comprobar, cuando revisamos el perfil competencial de la etapa e, incluso, la competencia específica a la que se refiere la temática trabajada, su formulación resulta excesivamente amplia como para poder evaluarla directamente. Se hace necesario ir concretando, en los pasos siguientes, las actuaciones que sea posible valorar a través de los trabajos realizados por el alumnado. Los criterios de evaluación se acercan a esta posibilidad de evaluación concreta, si bien incluyen, cada uno de los dos propuestos, varios aspectos que deben valorarse por separado, ya que, de lo contrario, no se podría evaluar hasta que se hubiera conseguido en su totalidad, impidiendo la evaluación continua del proceso de aprendizaje.  

Hay que suponer que, si la situación de aprendizaje está correctamente elaborada y su gradación (desde lo más general a lo más concreto) perfectamente secuenciada, el alumno o alumna que vaya superando los criterios de evaluación establecidos, a la vez está en camino de adquirir el nivel adecuado de las competencias específicas previstas y, en consecuencia, el nivel de competencias clave propuesto como deseable a través de los descriptores del Perfil de salida.

El fijar en una lista de control los indicadores apropiados para evaluar las competencias implícitas en los criterios de evaluación, por ejemplo, facilitará el proceso continuado y formativo del modelo evaluativo propuesto.  En la figura 1 se presenta una pauta para la evaluación del criterio 1 de esta situación de aprendizaje.

Figura 3. Lista de control para la evaluación de las competencias del criterio de evaluación 1 de “El bosque de la concordia”

El alumno/La alumna… 

 A1 

 A2 

 A3 

 A4 

 A5 

Conoce los conceptos de:  

      • Ley 

      • Ética 

      • Civismo 

      • Democracia 

      • Justicia 

      • Paz 

 

 

 

 

 

Aplica criterios personales para la valoración de estos conceptos en la sociedad actual  

 

 

 

 

 

Investiga acerca de la convivencia social y política

 

 

 

 

 

Comprende la importancia de la actuación de las personas en la sociedad y la política de su entorno  

 

 

 

 

 

Resuelve situaciones de conflicto adoptando posturas democráticas  

 

 

 

 

 

Comprende que la convivencia pacífica ayuda a alcanzar la justicia en la sociedad  

 

 

 

 

 

Mantiene actitudes respetuosas en el trabajo cooperativo con sus compañeros  

 

 

 

 

 

Colabora activa y democráticamente en las actividades del grupo  

 

 

 

 

 

Promueve estas actitudes de diálogo entre sus compañeros, como medio de convivencia democrática y pacífica  

 

 

 

 

 

Fuente: elaboración propia. Licencia Creative Commons  BY-SA 4.0.  


Resulta evidente que, al formular los indicadores de evaluación, indirectamente se están planteando los tipos de actividades que se deben proponer al alumnado y que permitirán observar los comportamientos y trabajos que demuestren que estos indicadores se han alcanzado. Si no se da esta coherencia entre metodología y evaluación, difícilmente podremos conocer el grado de competencia logrado por cada alumno o alumna y, en muchos casos, será imposible que consigan las competencias al no permitírseles poner en práctica las actuaciones que los capaciten para ello.

A continuación, se muestra, con ánimo de complementar la ejemplificación sobre instrumentos de evaluación presentada aquí para esta situación de aprendizaje, un análisis que puede resultar útil también en la práctica diaria docente.

Siguiendo la línea de trabajo presentada hasta el momento, abordemos un posible análisis de la evaluación para la situación de aprendizaje ‘El bosque de la concordia’, que aparece como ejemplo para la Educación Primaria. Centrémonos, en primer lugar, en la redacción del criterio de evaluación involucrado en la SA, el criterio 2.1, que tiene por redacción la siguiente:  

Promover y demostrar un modo de convivencia democrática, justa, respetuosa y pacífica, a partir de la investigación y comprensión de la naturaleza social y política del ser humano y mediante el uso crítico de los conceptos de ley, ética, civismo, democracia, justicia y paz.

En el código de colores empleado en la muestra de este criterio de evaluación, se resalta con el color rojo la acción (o acciones) correspondientes al qué se quiere evaluar (promover y demostrar), representando la finalidad del desempeño al que se refiere la competencia asociada; el color azul representa qué es lo que el alumnado debe saber y el docente trabajar como contenido. El color verde, por su parte, explicita cómo debe desarrollarse la acción reflejada con anterioridad, que viene detallado en forma del contexto en el que tiene lugar la acción. En este caso, se detalla a través de tres acciones que vienen a desarrollar y matizar el modo en el que se va a llevar a cabo la actuación de aprendizaje: investigar, comprender y hacer un uso crítico (permítase aquí no relacionarlas con sus respectivos objetos, por sencillez expositiva).    

A continuación, y para mayor claridad, se presenta en forma de tabla la relación que guarda la redacción de los indicadores con cada una de las acciones señaladas en el criterio de evaluación  seleccionado, tanto las asociadas al qué, como las asociadas al cómo. Se muestra aquí cómo pueden trasladarse los criterios de evaluación a la formulación de indicadores concretos que se recojan posteriormente en los instrumentos de evaluación utilizados.   

Figura 4. Relación entre indicadores y acciones evaluables

Indicador 

Acción / es que evaluar 

El alumno/a ha demostrado una actitud comprometida con la convivencia democrática

Promover y demostrar un modo de convivencia democrática, justa, respetuosa y pacífica 

 Se muestra capaz de mantener un diálogo con los demás:
-  Respetuoso
-  Constructivo
-  Basado en la escucha activa
-  Paz
Promover y demostrar un modo de convivencia democrática, justa, respetuosa y pacífica 

Ha comprendido el carácter social de la naturaleza humana. 

Investigar y comprender la naturaleza social y política del ser humano. 

Ha comprendido el carácter político de la naturaleza humana.   Investigar y comprender la naturaleza social y política del ser humano. 

Ha investigado activamente en el proceso de indagación y construcción de los conceptos clave manejados en la sesión:

   -  Ley
   -  Democracia
   -  Justicia

   -  Paz

Uso crítico de los conceptos de ley, ética, civismo, democracia, justicia y paz. 

Reconoce la importancia de practicar las virtudes argumentativas

Resultado holístico de las acciones contempladas. 

Ha integrado las virtudes argumentativas en su modo de actuar  Resultado holístico de las acciones contempladas. 
Ha reflexionado sobre la importancia de cada una de ellas.     Resultado holístico de las acciones contempladas. 

Fuente: elaboración propia. Licencia Creative Commons  BY-SA 4.0.

 

Desagregado ya el criterio de evaluación en potenciales indicadores, conviene plantear cómo posibilitar que el alumnado muestre las habilidades descritas en cada indicador. La respuesta a esa pregunta nos dará pistas sobre qué tipo de tareas pueden plantearse para evaluar cada uno de los indicadores.    

Por ejemplo, con respecto al primer indicador mostrado en la tabla anterior, ¿cómo puede el alumnado demostrar una actitud comprometida con la convivencia democrática, mostrándose capaz de un diálogo respetuoso, constructivo y basado en la escucha activa de los demás? Claramente, el indicador parece invitar a la propuesta de actividades de debate grupales donde sea posible para el alumnado mostrar estas capacidades, por ejemplo.   

Una vez tenemos sugerida una actividad que permite desarrollar esa competencia expresada en el indicador, cabe preguntarse a través de qué técnica podríamos evaluarla. En este caso, podría proponerse la observación directa por parte del profesorado, quien se dedicaría a esta tarea mientras el alumnado desarrolla la actividad en el aula. Si el número de alumnos y alumnas en el aula dificulta la recogida de datos por observación directa, se podría sustituir o complementar la observación con el análisis de tareas, al proponer al alumnado una tarea final respecto a una reflexión de lo acontecido en el debate. Una vez planteadas las técnicas de evaluación, propondríamos los instrumentos necesarios. Por ejemplo, una lista de control para la observación directa y una escala de valoración o una rúbrica para la tarea asociada.   

De esta manera hemos completado un ciclo de definición de la actividad de evaluación sobre ese indicador. Así, el ciclo completo de diseño de la evaluación que se ha seguido aquí (valga como ejemplo de una posible propuesta metodológica en este sentido, que no la única válida) ha sido:    

  • Partir del criterio de evaluación para definir unos indicadores de logro.

  • Proponer tareas que permitan al alumnado mostrar las capacidades descritas en los indicadores. 

  • Proponer técnicas de evaluación para esas tareas. 

  • Proponer instrumentos de evaluación para esas técnicas. 

Un último comentario al respecto de la elección de instrumentos de evaluación: una vez sugeridos, conviene realizar una reflexión acerca de la pertinencia del instrumento, es decir, ¿permite este instrumento plasmar y evaluar adecuadamente el indicador que pretende valorarse? Esta reflexión acerca de la adecuación del instrumento permite no caer en el error de diseñar una evaluación de manera sistemática que, al final, no permite evaluar lo que se pretende. Es lo que puede ocurrir cuando alguien se propone evaluar acciones como el análisis crítico, por ejemplo, pero evalúa la tarea con indicadores inadecuados, que no reflejan ese análisis crítico.