2.1. Explicaciones sobre el fracaso escolar del alumnado gitano

2.1.2. Las explicaciones conformistas y deterministas: sus efectos negativos

1. ¿Por qué son importantes las explicaciones? Nuestros posicionamientos inciden sobre la realidad

Hay dos cuestiones que forzosamente están demandando nuestra respuesta:

1) ¿A qué es debida la distancia académica existente entre los distintos grupos sociales? (o ¿cómo explicamos el abultado fracaso escolar entre las clases populares?).

2) ¿Por qué, en particular, en el seno de la comunidad gitana esa vulnerabilidad ante el fracaso y abandono escolar es mayor que en otros grupos sociales de similar posición económica? O dicho de otro modo: ¿Por qué la escolaridad de la infancia gitana, si bien ha experimentado un avance muy significativo en las últimas décadas, sigue registrando elevados índices de fracaso escolar y todavía es escasa su continuidad a partir de la adolescencia (a diferencia del resto de los grupos sociales, donde la Enseñanza Secundaria postobligatoria se ha hecho masiva)?

Estos interrogantes no son baladíes, pues suponen tratar de entender “el porqué” de los procesos y dinámicas que constatamos en la práctica y “el papel de los distintos actores en la escolarización del alumnado gitano” (E. Bretones, 2015), y porque, lógicamente, un buen diagnóstico y conocimiento de los factores incidentes y de las relaciones entre ellos puede constituir una ayuda eficaz a los distintos agentes educativos para mejorar nuestras prácticas.

Pero es que, además, “no podemos no interpretar la realidad”, necesariamente nos damos explicaciones. “El ser humano interpreta la realidad, imagina, busca sentido”. Las personas somos seres que damos explicaciones, que –necesariamente– realizamos una interpretación/representación de la realidad que nos rodea (seamos o no conscientes de ello).

Y las interpretaciones dadas a los fenómenos sociales y educativos no son neutrales, ya que al atribuir una explicación a un fenómeno socio-educativo estamos indicando dónde estimamos que se encuentran las raíces del problema y, por consiguiente, en qué direcciones estamos dispuestos a buscar vías de mejora y en cuáles no: el enfoque que adoptamos ante una realidad social indica un camino para la acción y entraña una toma de postura y una apuesta en una determinada dirección y no en otras. Nuestras convicciones influyen en la realidad: la traducen, re-nombran, con-figuran, re-estructuran, re-definen, dan un sentido determinado y re-crean la realidad. Y, en consecuencia, “ante cualquier situación humana la cuestión fundamental es la formulación del problema” (Watzlawick, Weakland y Fisch, 1989).

Así pues, necesariamente interpretamos la realidad y con nuestras explicaciones incidimos sobre ella. Y no estamos hablando de algo externo o ajeno a nosotros, sino que somos parte del sistema, actores del mismo.

En este bloque temático realizaremos en primer lugar un breve recorrido crítico por las distintas explicaciones que se han dado al fracaso escolar de los niños y niñas y adolescentes gitanos (y, en realidad, sobre las desigualdades sociales y escolares, en general) y analizaremos los supuestos inexactos que las sustentan, así como las repercusiones negativas que conlleva el actuar desde dichos planteamientos; finalmente, nos centrarnos en la interpretación interpersonal y sistémica, que nosotros consideramos que es la que contempla la realidad en su complejidad y sus interacciones y, por ello, la única que posibilita la transformación y la mejora en el éxito escolar del alumnado gitano.