Para componer un marco digital debemos primeramente elegir los bloques de contenido que queremos abordar.
A continuación debemos diseñar las diferentes recursos y actividades que queremos lleva a cabo. Para ello partiremos de dos elementos básicos: La taxonomía de Bloom revisada por Anderson et al. (2001) y las competencias clave mencionadas anteriormente.
Taxonomía de Bloom
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Las competencias clave:
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Cruzando ambos sistemas se genera una rejilla de 42 nodos en los que podemos encuadrar las actividades del MDA, de manera que los elementos del currículum se relacionen en ese contexto visual que hemos creado y que será el mapa-guía para el aprendizaje.
No se requiere hacer una actividad para cada una de las 42 casillas resultantes, pero es conveniente conocer este abanico de posibilidades para que nuestra propuesta sea lo más rica y variada posible.
En este punto podemos señalar que los MDA y los Paisajes de Aprendizaje son variantes de un mismo modo de trabajo, pero utilizando las Competencias Clave de OCDE (1997) en lugar de las Inteligencias Múltiples de Gardner (1995).
Una vez elegidas y diseñadas las actividades, es conveniente asignarlas a los distintos bloques y decidir también si se plantean como obligatorias, como voluntarias o como optativas.
Finalmente hay que organizarlas en itinerarios, que se podrán enlazar, ordenar, agrupar o secuenciar.