3.3. El papel de los centros escolares y del profesorado

1. Centros escolares con actitud comprometida y coherente con la equidad y la inclusión

Es fundamental que desde el equipo directivo y todos los estamentos del centro escolar se plantee como un objetivo esencial de todo el centro el potenciar el éxito escolar de todo el alumnado, y de un modo especial, si cabe, del alumnado procedente de grupos sociales con menos tradición académica; es decir, que consituya una prioridad el que no exista fracaso escolar para nadie, el no dar por perdido a ninguno de los alumnos o alumnas y el “luchar” por aquellos que puedan estar en una situación más vulnerable. No se trata tanto de poner en marcha un programa o intervención específicos, como de que todos los programas del centro contemplen esta dimensión, confluyan en esta finalidad, tanto en su planificación, como en su desarrollo y evaluación.

Escuelas que han creado un clima ampliamente aceptado de estudio y de participación, en las que existen expectativas positivas en relación con los objetivos educativos […] y en las que se reflexiona sobre las opciones educativas, los sistemas de evaluación y los métodos pedagógicos más adecuados para conseguir involucrar y motivar a los alumnos en sus aprendizajes [y en las que] se busca la implicación de los padres y […] su compromiso con la educación de sus hijos

– Marchesi, 2000

Algunas líneas de actuación o aspectos concretos en los que se manifiesta dicho compromiso del centro escolar con la vinculación del alumnado para lograr este objetivo común –y que constituyen una especie de ejes transversales de la vida del centro, con estrecha coherencia entre sí- son:

1.1. Compromiso del centro con el éxito escolar para todos y todas

El colegio o instituto debe contar con una organización y estilo educativo que favorezcan el puerocentrismo inclusivo (el que los alumnos y alumnas sean el centro, y que lo sean todos y todas sin exclusión, que ninguno de ellos sea sobrante, “suspendido”, “calificado negativamente”, “no titulado”).

La clara transmisión de la preocupación, el compromiso y las altas expectativas del profesorado respecto de todo el alumnado

– Carrasco, Narciso y Bertran, 2015

1.2. La ausencia de grupos de nivel

La equidad e inclusión escolares requieren “la inexistencia de experiencias internamente segregadoras en los centros educativos” (Carrasco, Narciso y Bertran, 2015). Las trayectorias de continuidad escolar provienen de centros y aulas no segregados. Solo desde una experiencia escolar integrada se favorece la autoestima del aprendiz, clave para su implicación y éxito académicos. Por el contrario, existe evidencia empírica de que tanto los “agrupamientos homogéneos” o “por nivel” como los de “apoyo fuera del aula” conllevan unos altísimos índices de fracaso entre el alumnado al que se segrega o se sitúa en los grupos de “menor nivel”; y, además, en los grupos segregados hay una sobrerrepresentación del alumnado de minorías étnicas, con lo cual las agrupaciones por niveles reproducen la estratificación étnica social.

1.3. Propiciar el éxito escolar temprano de todo el alumnado, la prevención y detección e intervención temprana, el apoyo académico y acompañamiento (no segregado) ante las dificultades.

Es fundamental que los niños y niñas en sus primeros pasos en el mundo escolar adquieran una visión de sí mismos y de los aprendizajes y de la institución académica positivas y gratificantes, que les genere una actitud de confianza y apertura ante los aprendizajes y los compañeros.  Mientras que no prestar atención a ello hace que aumenten las probabilidades de una progresiva desafección escolar y el peso de las identidades académicas deterioradas por una experiencia escolar previa, a menudo substractiva (Valenzuela, 1999). El éxito escolar inicial constituye -como vimos en la investigación del éxito escolar del alumnado gitano- una palanca fundamental para el interés por los estudios y para fomentar el proyecto de continuidad académica.

1.4. Potenciar la acción tutorial

Que en todo el centro esté establecido un sistema eficaz de tutorización de grupo e individualizada, de orientación, acompañamiento y seguimiento personalizados del alumnado, y de apoyo afectivo o emocional y efectivo o académico para quien lo necesite, pero siempre desde vías normalizadas e inclusivas.

1.5. Cultura escolar clara contra el absentismo

Es muy importante la existencia de una cultura escolar clara contra el absentismo (Carrasco, Narciso y Bertran, 2015): el absentismo es abordado desde la acción tutorial con un protocolo claro y conocido por las familias y basado en la relación con ellas y la insistencia en la importancia de que el niño vaya a clase. Y teniendo bien presente que el mejor antídoto contra el absentismo es la vinculación y el éxito académico y social. 

1.6. El buen clima de centro

Es primordial que exista un clima escolar positivo y unas relaciones con el profesorado afectivas y valorizantes. “Existencia de una cultura de cuidado, en especial en las relaciones alumnado-profesorado”, así como “actividades de mediación y de apoyo emocional” (Carrasco, Narciso y Bertran, 2015).

1.7. La cohesión grupal y el trabajo colaborativo

Que una de las señas de identidad del centro sea el fomento de  la cohesión grupal y el trabajo cooperativo en las aulas y el aprendizaje dialógico. Es clave fomentar la cohesión del grupo-clase, el sentido de pertenencia y de colaboración y ayuda mutua. Tantos las actividades más estrictamente académicas como las complementarias, extraescolares y deportivas deben cuidar con esmero la vinculación de todo el alumnado, en especial de aquellos que parten de una situación socio-económica más vulnerada.

1.8. Evaluación personalizada, continua, formativa y valorizante

Que desde el centro se propugne un sistema de evaluación personalizada, continua y formativa, y no puntual, sancionadora y centrada en el examen y la calificación: la evaluación entendida como un proceso de diálogo, comprensión y mejora (M. A. Santos, 1988).

1.9. Participación de las familias en la toma de decisiones y en la evaluación del centro

Que en el centro se propicie no sólo la participación y colaboración de las familias, sino también un papel relevante de las mismas en la toma de decisiones y la evaluación de los proyectos, así como la coordinación familias-profesorado de sus hijos/as.

Sin olvidar que la mejor vinculación con las familias es la que se genera al constatar éstas el éxito escolar de sus hijos e hijas y la satisfacción de los mismos en el centro.

1.10. Potenciar la competencia digital de todo el alumnado

Es importante fomentar la competencia digital de todo el alumnado, especialmente el que se halla en situación de mayor vulnerabilidad:

  • Poner todos los medios posibles para ayudar a nuestro alumnado, en especial al proveniente de un entorno más desfavorecido, a adquirir el empoderamiento digital, fomentando que sean competentes en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, luchando contra la brecha digital, tanto a nivel “objetivo” o material (disponibilidad de terminales, dominio de la tecnología digital y de la comunicación telemática) como la desigualdad o brecha “subjetiva”: educarles sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías y recursos de manera efectiva y autónoma y que desarrollen las competencias necesarias para el aprendizaje telemático –como la comprensión lectora y la autoconfianza– y, a la vez, que se sientan acompañados en este proceso y con un seguimiento por nuestra parte, para que no lleguen a considerarse desconectados de la actividad académica que se realice de un modo no presencial. En definitiva, hacer todo lo posible por evitar que el poco dominio digital unido a la escasa vinculación escolar previa acaben haciendo que la acción educativa digital sea un fracaso y refuerce la brecha socio-económica y escolar de este alumnado que se halla en situación de vulnerabilidad.

  • Dotarse de una buena infraestructura digital en el centro y de materiales educativos y programas adaptados a los nuevos dispositivos.

  • Plantearnos también qué podemos hacer para favorecer la formación digital de las familias y la conexión telemática con ellas. De tal modo que el alumnado se sienta arropado y tutorizado en este reto de empoderarse digitalmente.

  • Aprovechar las tecnologías digitales tanto en un contexto de aula como de trabajo personalizado.

1.11. Coordinación con los programas socio-educativos de la zona

Establecer de un modo operativo el modo de coordinarse con los programas de seguimiento y apoyo extraescolares y mediación que existan en la zona.

La buena coordinación entre los servicios sociales y educativos a nivel local para conseguir un mejor seguimiento y evaluación de los procesos de inclusión (trabajo en red, intervención comunitaria conjunta). Establecer mecanismos claros y concretos de trabajo en red y de conexión de los servicios socio-educativos con los centros escolares.

1.12. Educar en el respeto a la diversidad, empatía y sentido crítico contra las discriminaciones

Desde el centro impulsar el respeto a la diversidad, la empatía, la educación intercultural y el sentido crítico contra el racismo y contra cualquier discriminación, como actitudes cotidianas en todos los ámbitos del centro.

1.13. Extensión del tiempo de aprendizaje, potenciar el estudio asistido y las actividades complementarias y extraescolares con un fin vinculante

1.13.1. Es muy útil de cara a la vinculación escolar de todo el alumnado la extensión del tiempo de aprendizaje y la organización por parte del centro de actividades extraescolares en las que participe también el alumnado en situación más desfavorecida a nivel socio-económico. 

1.13.2. Es fundamental la organización por parte del centro de estudio asistido “extraescolar” y/o la coordinación con los centros que realizan apoyo extraescolar: centros que organizan el estudio asistido “extraescolar” (o se coordinan con los centros de la zona que lo llevan a cabo) y que cuidan que sea realmente útil para el alumnado que proviene de un contexto socioeconómico y académico más precario. 

1.14. Coordinación del equipo docente

La coordinación del equipo de profesores y profesoras es clave en aras del logro de la vinculación académica y social de todo el alumnado.