Formación en línea

La sextorsión es la extorsión derivada de la amenaza de revelar fotos o vídeos de carácter sexual de la víctima. A diferencia del grooming, que se realiza por pederastas, en la sextorsión lo que se busca principalmente es el dinero. El sexting acaba en numerosas ocasiones como sextorsión y se acaba pidiendo dinero u otro tipo de favores para mantener los vídeos y fotos en secreto. Es algo que no solo afecta a los adolescentes sino de lo que también son víctimas los adultos. Existen mafias organizadas dedicadas a crear perfiles falsos, sobre todo femeninos, donde intentan iniciar una relación de tipo sexual con la víctima para chantajearlo posteriormente. En estos casos, tanto para adultos, como para menores, los pasos a seguir son:

• No acceder al chantaje.
• Cortar toda relación con esta persona.
• Guardar todas las pruebas que se tengan: conversaciones, mensajes de voz de vídeo, etc. Si se ha producido ya la difusión de imágenes en redes sociales, hacer capturas de pantalla.
• Informar a las autoridades y denunciar el caso ante la policía.

En el caso de los menores se puede producir un ocultamiento de lo que está pasando debida a la lógica vergüenza y miedo que se está pasando. Se necesita mucha comprensión y posiblemente la ayuda de un especialista en psicología para afrontar lo que está pasando. Debe evitarse el reñir y atormentar a los niños o niñas que lo estén padeciendo, con lo que les pasa ya tienen más que suficiente.

Para prevenir estas situaciones, además de la formación directa y tratar estos temas, lo más importante es hablar, hablar y hablar. Hacer que el menor tenga la confianza suficiente para acudir a sus padres y profesores en caso de producirse algo así. Es muy importante que desde el primer momento los adultos puedan intervenir para parar la sextorsión y evitar que el niño o la niña se vean involucrados en un infierno que puede durar meses antes de que se decidan a decirlo.