Desde hace unos años han surgido una serie de juegos o retos carentes de todo sentido y cuya aparente finalidad está exclusivamente en demostrar que uno es capaz de hacer algo fuera de lo habitual. Desgraciadamente, estos juegos son perjudiciales no solo para quien los practica, sino que lo pueden ser también para otras personas que se ven involucradas en ellos y que puede acabar, como de hecho ha pasado en múltiples ocasiones, con la vida de alguien, ya sea por la peligrosidad implícita que tienen, como porque la prueba final es el suicidio. Muchas veces son retos virales que aparecen, causan sensación durante un corto tiempo y luego desaparecen totalmente.
El vídeo que hay en el enlace más adelante describe algunos de estos juegos como el de la ballena azul, el ahorcado, surfear en el tren o beber por los ojos, entre otros. Contiene imágenes que pueden resultar molestas para determinadas personas especialmente sensibles y actualmente YouTube requiere que la cuenta de Google desde la que se visualice pertenezca a un adulto. Ver vídeo.
Veamos la descripción de algunos de ellos:
Este juego nació en Rusia en 2016 y una de las últimas víctimas ha ocurrido en 2019, por lo que el juego parece que sigue activo. En él las víctimas reciben un mensaje a través de las redes sociales indicando si quieren jugar a un juego. Los administradores del juego ponen diversas "pruebas" consistentes en hacerse cortes, subirse a edificios con peligro para sus vidas, hacer daño a otros, ver imágenes psicológicamente perturbadoras a altas horas de la mañana, etc. Estas pruebas terminan con la instrucción final de suicidarse. Aquí podemos leer uno de los casos.
Este juego apareció en 2018 y es semejante al de la ballena azul, aunque ha circulado principalmente por WhatsApp. Se incita a la realización de retos como los explicados anteriormente y si el menor se niega sufre amenazas de diverso tipo. Momo está más relacionado con situaciones de terror psicológico que la ballena azul. En el siguiente artículo puede verse el efecto en un adolescente francés.
Consiste en tirarse desde un balcón o terraza a una piscina con el consiguiente peligro para la integridad física. El objetivo es tener una foto que certifique que se ha hecho.
Esta modalidad de reto consiste en viajar en el exterior de un tren o camión, en su techo, agarrado a una puerta etc para filmarse haciéndose.
Hay toda una gama de actividades arriesgadas por hacerse el selfi más original que acaban en tragedia. El reto de los selfis peligrosos no es algo que debamos despreciar, ya que es una auténtica moda entre jóvenes y adultos.
No obstante, algunos retos como el llamado trashtag o basurachallenge, pueden ser incluso una fuente de inspiración y de contrapeso. Este reto consiste en elegir una zona degradada por la basura que contiene y a continuación hacer una foto antes y después de limpiarlo. Puede verse aquí algunos mensajes de Twitter con este hashtag.
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