Riesgos de Internet

7. Formación de familias

7.1. Grooming y sexting

  • Tipo de actividad: Sesión informativa
  • Duración: 1-2 h
  • Niveles implicados: Todos
  • Objetivos:
    • Estar informados sobre los peligros de Internet.
    • Conseguir herramientas para detectar los peligros e intentar ponerles solución.

Grooming

Empezar con la proyección del vídeo

Explicar lo que es 

El grooming, también conocido como engaño pederasta, es el acoso sexual al que pueden verse sometidos los menores por parte de un adulto (normalmente del sexo femenino).

Explicar la forma de detectarlo
  • Retraimiento social: se observan cambios en la manera de relacionarse, es decir, o hay una falta de defensa o una exagerada reacción ante supuestas bromas o acciones públicas.
  • Reserva excesiva para comunicarse con otros.
  • Modificación en su lenguaje corporal ante adultos, observándose en ocasiones la cabeza baja, la falta de contacto ocular, rechazo a estar con adultos.
  • Alteraciones en el rendimiento escolar.
  • Cambios de humor: tristeza, apatía y desmotivación general.
  • Explosiones de ira.
  • Procuran ocultarse o apartarse cuando emplean el móvil.
  • Pueden presentar miedo a salir de casa.
  • Síntomas psicosomáticos como: dolores de cabeza, náuseas, mareos, ataques de ansiedad, lesiones físicas sin justificar o diarreas frecuentes.
Cómo evitarlo

Los pederastas conocen a sus víctimas a través de Internet, especialmente a través de las redes sociales, por lo tanto, hay unas normas básicas que pueden seguirse siempre en el caso de los menores de edad:

  • No usar perfiles públicos en las redes, de otro modo cualquiera puede conocer la vida e incluso llegar a deducir el lugar en el que vive el menor, aun cuando no lo haya publicado nunca explícitamente. Es muy fácil localizar el barrio o los lugares en los que se desenvuelve una persona cuando está bien documentado fotográficamente. Los perfiles deben estar limitados a los conocidos de forma personal.
  • No admitir desconocidos como amigos o seguidores, ya que dada la facilidad para falsear el perfil de una persona, llega un momento en que se tiene un conjunto de seguidores total y absolutamente desconocido, aunque se hable habitualmente con ellos. 
  • No responder mensajes de desconocidos, lo mejor es no hablarles y mucho menos acceder a cualquier petición de fotos, webcam o chat.
  • En los perfiles poner fotos de personajes ficticios para evitar que aquellos que localizan a los menores, utilizando el buscador de perfiles de las redes sociales, puedan saber quién y cómo es.

Aquellos niños que son víctimas del acoso de un adulto suelen tener una gran vergüenza ante sus padres y, por lo tanto, tienden a retraerse sobre sí mismos, por lo que el diálogo con ellos y la atención a lo que hacen es fundamental. En concretos los padres pueden:

  • Explicar las normas básicas de seguridad que deben mantener en Internet.
  • Mantener un diálogo fluido sobre lo que sus hijos hacen en Internet, para que, en el caso de que aparezca un elemento disruptor, puedan localizarlo fácilmente. Si nunca hablan con sus hijos, difícilmente se darán cuenta a tiempo. 
  • Observar los hábitos de uso de Internet. Si el menor se conecta de forma regular, a la misma hora, cuando todos duermen o está solo, es posible que esté en contacto con alguien que no quiere que se enteren sus padres.

Sexting

Pasar el vídeo siguiente para introducir el tema:


Razones para no hacer sexting

Explicar el concepto y haciendo uso del póster 10 razones para no sextear, comentar los peligros que puede llegar a tener. Para que se sientan más interpelados se puede proporcionar impreso en DIN A4 a los asistentes.

  1. Al hacer sexting se pasa a depender de otra persona. No sabemos lo que hará la otra persona.
  2. Las relaciones cambian. Aunque ahora estemos seguros del otro/a, más adelante puede cambiar.
  3. No es posible garantizar la seguridad que tendrán otros con las fotos. Hay personas descuidadas que por ignorancia o descuido pueden contribuir a difundir las fotos.
  4. La información de la distribución digital no puede controlarse. Una vez sale de nuestro poder, desconocemos la difusión que podrá llegar a tener.
  5. Aunque la cara de la persona que hace sexting no se vea en realidad, hay muchas formas de saber quién es: piercings, tatuajes, marcas, lugar de la foto, etc.
  6. Las leyes protegen a los menores, si participamos en el reenvío de este tipo de imágenes seremos responsables ante la ley.
  7. Si la imagen cae en malas manos se puede producir la sextorsión.
  8. Aunque las imágenes se transfieran por medios privados, pueden acabar llegando a Internet, el medio de difusión más potente que ha existido jamás.
  9. A través de las redes sociales, las personas más cercanas pueden ver aquello que no iba destinado a ellos.
  10. Si la imagen llega a distribuirse por Internet es muy posible que se desencadene el ciberbullying, hay gente que disfruta viendo a otros sufrir.
Qué hacer si se produce el sexting o el grooming

Las medidas a tomar en ambos casos son muy similares, ya que en los dos es el acoso a un menor en el que únicamente varía la intencionalidad.

Primeras medidas
  • No borrar ningún contenido del teléfono o el ordenador.
  • Las conversaciones, imágenes y los vídeos que el acosador y la víctima se hayan enviado deben ser guardados para usarlos como prueba. Cómo añadido, se puede realizar una impresión de las mismas para evitar su perdida.
  • No denuncies el perfil al servicio web desde el que se produce el acoso, únicamente bloquéalo para evitar que pueda ponerse en contacto contigo. De lo contrario, los administradores del sitio web podrían tomar medidas contra el usuario que se pondría alerta pudiendo desaparecer. De esta forma el acosador se podría hacer otro perfil para seguir acosando a otros niños.
Denunciarlo
  • Una vez detectado hay que denunciar de forma inmediata un caso de grooming.
  • La denuncia deben cursarla los tutores del menor, que pueden acudir a tres instancias; cuerpos policiales (Policía, Guardia Civil, policías autonómicas), juzgado de guardia y fiscalía de menores.
  • Sin embargo, hay casos en los que la vergüenza que pueda sentir el menor agredido lleva a realizar denuncias anónimas a través de las webs de los cuerpos de seguridad. Existe una tercera vía que es acudir a ONG especializadas en ciberacoso, pero las autoridades recuerdan que este método no tiene repercusiones legales sobre el agresor.
Apoyarle
  • No hay que recriminar al menor. Puede que la primera reacción sea recriminarle al haberse puesto en contacto con desconocidos por Internet y haber compartido información íntima. El hijo es una víctima y el abusador, en cambio, es un especialista en conseguir lo que busca.
  • No hay que culparle. El acosador, muchas veces recurre a la extorsión de mostrar los contenidos íntimos del menor si no cumple con los nuevos pedidos. Hay que evitar hacerle sentir vergüenza o culpa, ya que de esa forma únicamente aumentará el poder que tiene el acosador sobre tu hijo.
  • Habla con él/ella. Se siente responsable, tiene miedo y siente mucha vergüenza de lo que le ha sucedido. Hay que acompañarle, hablar con él y orientarle para conseguir que se sobreponga a esta situación tan angustiante.